La más famosa estatua de época ibérica fue realizada en piedra caliza con restos de pintura hacia el V a. C. Conservada en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, el busto de la famosa Dama de Elche mide 56 cm de altura y parece segmentado de una estatua de cuerpo entero, por lo abrupto e irregular del corte inferior. Se trata de una espléndida creación, de rostro sereno y clásico y un exuberante atavío, especialmente llamativo por las joyas y su complejo tocado. Este busto femenino apareció de forma casual el 4 de agosto de 1897 en La Alcudia (Elche, Alicante), por lo que algunas de la dudas acerca de su significado sólo han podido aclararse al hallarse la Dama de Baza, con la que tiene en común el agujero en su parte posterior que, posiblemente, también sirvió para guardar las cenizas del difunto.
En Francia, el 10 de noviembre de 1906 saltaba la noticia de que la Dama de Elche había sido robada del Museo del Louvre, de París.No era cierto, seguía tranquilamente en su pedestal. La confusión vino porque un tipo virló del Museo del Louvre dos estatuillas ibéricas y una de ellas, aunque muy pequeñita, se daba un aire a la Dama de Elche, que se la conocía como cabeza femenina con trenzas enrolladas, tal como nos cuenta Nieves Concostrina