AUTOPSIA
AL HOMBRE
DE LA SÍNDONE .
La autopsia
Muchos son los médicos forenses y especialistas que han utilizado la imagen de la Sábana para determinar las características del cuerpo y la clase de tortura y muerte a la que éste fue sometido. Tras la observación detenida de la imagen y el análisis de los coágulos de sangre se ha llegado a las siguientes conclusiones:
El cuerpo es el de un varón adulto, desnudo y que medía entre 175-180 cms y pesaba entre 75 y 80 kilos. El cuerpo es anatómicamente normal en sus proporciones y aparece en estado de rigor mortis según se desprende de la posición de los pies y las rodillas. La planta del pie derecho se aprecia muy bien en la tela. La pierna izquierda parece haberse rotado y flexionado como si se hubiera acomodado la planta del pie izquierdo sobre el empeine del derecho. La muerte se produjo en esta posición y así quedó el cuerpo hasta que se produjo el rigor mortis. El hombre de la Sábana tenía el pelo largo y recogido en una especie de cola (actualmente se duda de esta observación). En la zona de la cabeza se observan alrededor de 30-50 heridas producidas por objetos punzantes. La heridas más importantes en esa zona se corresponden con la posición de venas y arterias reales. Estas heridas sangraron estando el cuerpo posición vertical.
La coronación de espinas. Más de 40 heridas punzantes recorren el cuero el cuero cabelludo. La corona tenía forma de casquete y sus efectos se ven tanto en la nuca como en la frente.
Cristo Sindónico de Juan Manuel Miñarro
Sevilla ( España ) .
En la cara, el cartílago de la nariz aparece roto y desviado a la derecha. La punta de la nariz muestra excoriaciones debidas a un gran golpe. Bajo la región malar derecha aparece una gran contusión. En el resto de la cara, especialmente en la mejilla derecha y región frontal se observan diversas excoriaciones. Sobre las arcadas supra orbitarias existen llagas contusas iguales a las producidas por puñetazos o palos. El arco ciliar derecho aparece hinchado.
Imáges obtenidas por el Prof . Miñarro de Sevilla ( España ) partiendo de la imgen del Hombre de la Síndone de Turín . Reconstrucción tridimensional mediante procedimeintos artísticos e infográficos .
Sobre casi todo el cuerpo se descubren heridas que por su número (entre 120-160, aunque en una observación más detallada se podría contar alrededor de 200) y disposición podrían haberse infligido mediante el uso de un látigo y desde direcciones opuestas. Las marcas coinciden exactamente en su tamaño y forma con las que produciría el Flagrum taxillatum, un instrumento de tortura romano que no se usaba en la Edad Media y que sólo en nuestros días se ha sabido que existió.
La lanzada. Jesús murió relativamente pronto y no hubo necesidad de practicarle el crurifragium (fractura de la tibia y peroné), práctica habitual para acortar la agonía y producir una muerte rápida. La lanzada fue pues la certificación legal de la misma (figura 37).
En la zona de los hombros existen excoriaciones producidas por el roze continuado con una superficie rugosa. Este detalle hace posible la hipótesis de que el hombre cargara con un objeto pesado sobre sus hombros.
En la muñeca izquierda se observa una herida originada por objeto punzante y dos regueros de sangre que se extienden por ambos brazos. Aunque se ha sugerido que esta sangre proviene de la postura de lo sbrazos durante la crucifixión, una explicación más creíble es la de un flujo postmortem una vez que el cuerpo se encontrara tendido y la sangre se deslizara desde las heridas de las manos por efecto de la gravedad.
El pie derecho estuvo en contacto con la Sábana por lo que se observa una gran mancha de sangre que fluyó de una herida originada por objeto punzante. El pie izquierdo no se distingue con tanta claridad y, como se ha explicado antes, podría haber estado apoyado sobre el derecho.
Traslado al sepulcro. Por la postura del cadáver durante el mismo, la sangre que fluye de tantas y tantas heridas se desplaza por inercia a la zona de la cintura (figura 38).
Pero es que además en el talón del pie izquierdo se reconoce la huella de la mano de quien trasladó a Jesús al sepulcro (figura 39).
En el costado derecho se observa una herida profunda de la que manó, según se desprende del análisis de la mancha, abundante sangre y suero. Tiene forma elíptica y, casualmente, las mismas dimensiones (4,4x1,4 cms) que un tipo de lanza romana. Esta herida tiene todas las características de herida postmortem. La sangre y el suero se derramaron inicialmente cuando el cuepo se encontraba en posición vertical y se extendieron hacia la parte dorsal del cuerpo al posicionarse éste en horizontal.
Se detecta sangre pre y postmortem. El ejemplo más representativo de esta última es la herida del costado derecho. En ella se observa “agua” que no es tal si no el suero resultante de la sedimentación sanguínea existente en la aurícula derecha y presente en cadáveres recientes (figura 27).Es decir que el hombre de la Sindone estaba muerto cuando se le introdujo la lanza.
En la Sábana se pueden observar muchos más detalles como el abdomen hinchado -síntoma de muerte por asfixia- el halo de suero sanguíneo alrededor de las manchas de sangre, altos niveles de bilirrubina en sangre, circunstancia que se da en el caso de un cuerpo torturado, etc...
Si se tienen en cuenta todos estos datos se llega a la conclusión de que la Sábana de Turín envolvió a UN HOMBRE REAL que fue torturado y que murió tras ser crucificado. No queda otra opción.
A esa misma conclusión llegaron, entre otros, hombres como Pierre Barbet (cirujano del Hospital de París), Giovanni Judica Cordiglia (profesor de Medicina Legal de la Universidad de Milán), Robert Bucklin (médico forense, patólogo del Hospital de los Angeles, California), Rudolf W. Hynek (Academia de Medicina de Praga) y Pier Luigi Baima Bollone (catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Turín).
Ningún artista pudo haber reproducido todos estos detalles y mucho menos en la Edad Media, cuando se desconocía, por poner sólo unos pocos ejemplos, la circulación de la sangre, la existencia de sangre arterial y sangre venosa, o la acumulación de bilirrubina en cuerpos torturados. Por otro lado, es bastante improbable que se reprodujera una imagen de Cristo desnudo (sólo hay que observar algunas de las copias de la Sábana Santa realizadas a lo largo de los siglos y en las que se representa a Cristo con el paño de la decencia) y atravesado con clavos por las muñecas en vez de por las palmas de las manos: una imagen totalmente distinta a como tradicionalmente y hasta nuestros días se ha representado a Cristo crucificado.
Médicos, historiadores y arqueólogos coinciden en que JESUS sufrió
una de las formas más duras y dolorosas de pena capital jamás
imaginada por el hombre
http://www.kairosjuvenil.com/9/
http://cofrades.pasionensevilla.tv/profiles/blogs/sobre-la-autenticidad-de-la-1EXCELENTE
AUTOR : PÉPE LIÉBANA.
http://jyhael-cristologia.blogspot.com/2008_09_01_archive.htmlEXCELENTE
AUTOR : JYHAEL
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