¿Cómo explicar el increible ascenso político de una persona sin estudios, tan mediocre y chabacana que parece salida del cuento de Los Tres Cerditos?
Fijaos en los dientes, en los labios, en los ojos, en la frente, en los mofletes, en la sonrisa... ,y en la nariz, sobre todo en la nariz. ¡¡Es inpresionante el parecido!!