STALIN ---------------------------------------------------------------->TROTSKY
A S E S I N Ó
El asesinato de Trotsky fue materializado por el español Ramón del Rio Mercader , perteneciente al PSUC . Conocido por el alias de Jacques Monard Vendendreschd
La muerte de Lev Davídovich Bronstein (Leon Trotsky) nunca quedó del todo aclarada. Figura señera del movimiento socialista ruso, brazo derecho de Lenin, organizador y guía del ejército rojo, se distanciaría de la revolución bolchevique a pesar suyo por presiones del ala estalinista que buscaba quedarse con el dominio del partido y el control de la nación encaminándola a una burocracia socialista, estado al que se oponía férreamente Trotsky, provocando con ello su destución como comisario de guerra, su exilio en Kazajistán y finalmente su expulsión de la URSS. La guerra contra Stalin y sus aliados estaba declarada.
Atrás quedaban sus años como presidente del Soviet de San Petersburgo, más adelante Petrogrado, como Comisaro general de guerra, como líder político y moral de la revolución bolchevique. Trotsky fue una de las figuras moderadas de la revolución y esto le trajo desencuentros con los líderes del partido de tendencias más radicales.
Rusia, tras sus revoluciones y guerras, tuvo que enfrentar los reclamos extranjeros, la pérdida de territorios, la caída económica que traería hambre a su población y más levantamientos contra los nuevos dirigentes. Por todo ello, Trotsky gestionaba el regreso de la democracia al partido y la exportación del socialismo, pues consideraba absurdo que el socialismo pudiera sobrevivir si un solo país abrazaba el socialismo en medio de un mundo capitalista. Cuando Stalin imponía la dictadura del partido al pueblo ruso, Trotsky determinó que era un movimiento contrarrevolucionario y funda, con socialistas de todo el mundo, la Cuarta Internacional, partido socialista mundial.
La ruptura con la dirigencia Stalinista no se hizo esperar. La persecución se extendió hasta su familia: su hijo fue fusilado y su hija apareció misteriosamente muerta “por suicidio”. Trotsky, en el exilio, se dedicó a viajar para delatar los horrores del régimen de Stalin.
En Rusia, se le dictaba, en ausencia, pena de muerte. Se refugia en México por negociaciones con el gobierno de Lázaro Cárdenas hechas a través del pintor Diego Rivera, de quien sería huésped hasta que sus ideas políticas pusieron distancia entre ambos. Trotsky se mudó de residencia, trasladándose a la calle de Viena, en el barrio de Coyoacán.
El 20 de mayo de 1940, apenas un año después de iniciada la Segunda Guerra Mundial y tras el pacto de Stalin con Hitler, Trotsky sufría un primer atentado : el pintor comunista David Alfaro Siqueiros y agentes stalinistas tomaron por asalto la casa de Trotsky, disparando a quemarropa contra él y su esposa que estaban dormidos. Los perpetradores dejaron una bomba y se llevaron como rehén a Sheldon Harte, asistente personal de Trotsky , cuyo cuerpo aparecería más tarde en las inmediaciones de la ciudad.
Trotsky sabía que su vida tenía precio y que este se ponía desde la URSS. El 20 de agosto de 1940, un tal Jacques Monard Vendendreschd se presentó a temprana hora en su casa, haciéndose pasar por camarada de partido y simpatizante suyo, pidió hablar con él unos minutos, pues traía un mensaje muy importante. Trotsky lo recibió en su despacho y mientras leía el supuesto mensaje, Jacques Monard sacó un piolet de alpinismo de entre sus ropas y le asestó un violento golpe en el cráneo, tras lo que se dio a la huída.
Trotsky murió un día después. Su asesino, que utilizaba varios alias, fue identificado como el español Ramón del Río Mercader, miembro de las juventudes del PSUC; recibió una condena por veinte años.
Al funeral de Trostky asistieron unas 300 mil personas, más o menos el 7 % del total de la población de la ciudad. Sus restos reposan en México. Tras su muerte, el estalinismo comenzó una época de persecución y muerte para los enemigos del sistema soviético, quienes, como Trotsky, delataron los horrores del estalinismo.
RAMÓN MERCADER EL AUTOR MATERIAL DEL ASESINATO DE TROTSKY
Aunque el palacete en el que vivía estaba fuertemente custodiado, Ramón Mercader (conocido con el alias de Jaques Mornard) lograría infiltrarse en su círculo ganándose la confianza de una de las secretarias de Trotsky, Silvia Ageloff, con la que incluso mantuvo un noviazgo formal premeditado y planeado para perpretar el magnicidio. Con el pretexto de que leyera un escrito suyo se acercó a Trotsky y mientras este leía le clavó salvajemente un piolet en la cabeza. El grito de Trotsky se escuchó como un estruendo en toda la casa, acudiendo rápidamente sus custodios pero no se pudo hacer nada.
León Trotsky moriría un día más tarde en un hospital de la Cruz Verde. Cabe señalar que a sus exequias, asistieron cerca de trescientas mil personas, en una ciudad que por aquel entonces apenas contaba con unos cuatro millones de habitantes.
Una de las páginas más oscuras de la historia post-revolucionaria, de la historia de la izquierda mexicana y en particular del cardenismo.
La historia oficial relata que Trotsky, perseguido por Stalin y sentenciado a muerte, fue recibido como refugiado en nuestro país gracias a las gestiones del pintor Diego Rivera y a la magnanimidad de Lázaro Cárdenas, y que a pesar de eso fue sorpresivamente asesinado en su propia casa. Sí, eso cuenta la historia oficial, pero hay otra versión, la que se oculta, la que subyace en el fondo de los archivos no oficiales, y es la que da cuenta de que el creador y comandante del "Ejército Rojo", ex presidente del Soviet de Petrogrado y cercano colaborador de Lenin, el creador de la IV Internacional para hacerle oposición a todas las iniciativas de la III Internacional, la Comintern, al que Stalin veía como un estorbo y ordenó matar en donde se encontrara, fue recibido en nuestro país no por humanismo, sino con una finalidad siniestra: tenerlo en lugar seguro para liquidarlo en el momento en que fuera oportuno.
Contaba Gustavo de Anda, quien en ese tiempo era líder sindical en el DF y muy cercano del líder cetemista Vicente Lombardo, que esto se explicaba "dada la enorme influencia que el stalinismo tuvo en el gobierno y en la persona misma de Cárdenas" y por tanto que "el consentimiento de Cárdenas -y de Franklin Roosevelt- en el asesinato de León Trotsky debe considerarse como complicidad. Fue una "cortesía" que le corrieron a Stalin".
Stalin
Al hacer un recuento de los difíciles días que vivió el exiliado en nuestro país, De Anda aseguraba que los dos atentados contra la vida de Trotsky, uno fallido efectuado el 24 de mayo de 1940 y dirigido por David Alfaro Siqueiros; y el que tuvo éxito, el del 20 de agosto de ese mismo año, contaron con todo el apoyo del gobierno cardenista. Y lo confirmaba con tres hechos:
1.- El mismo Cárdenas en declaraciones sobre el caso, exculpó al PCM de ese delito.
2.- Las investigaciones estuvieron a cargo nada menos que del general José Manuel Núñez, nombrado Jefe de la Policía siendo Jefe de Ayudantes del presidente Cárdenas, es decir un hombre de toda confianza de éste.
3.- El autor del primer atentado, cuando las evidencias fueron tan abrumadoras que hicieron inevitable la detención de Siqueiros, contó con toda la protección oficial, al grado de que sólo permaneció en prisión unos cuantos meses porque fue indultado por el presidente Avila Camacho. Y los autores del segundo atentado, salvo el asesino material, pudieron salir del país sin problemas y jamás se les molestó.
El hecho es que, supuestamente resguardado por guardias del gobierno mexicano, en los dos casos los asesinos entraron sin dificultad a la casa, que "generosamente" había prestado Diego Rivera y que era en apariencia una verdadera fortaleza. La primera vez dispararon más de 200 balazos sobre las camas donde dormían Trotsky y su esposa Natalia, fracasando por un hecho fortuito. Y la segunda ocasión el asesino pudo entrar hasta el despacho de Trotsky y asestarle un golpe en la cabeza con un piolet de alpinista, que resultó mortal.
Ya hemos dicho que la orden de matar a Trotsky la dio Stalin, esa orden la operó la KGB en complicidad con el Partido Comunista Mexicano, y las evidencias demuestran que no tuvieron mayores problemas para cumplirla.
De nada sirvió que el propio Trotsky denunciara a sus agresores, que declarara varias veces que los dirigentes comunistas encubrían la libre actividad de los espías soviéticos con el apoyo de Lombardo, y que hasta diera pruebas de cómo se habían internado en el país, confundidos con los refugiados españoles, encubiertos por Narciso Bassols, embajador en Francia. Trotsky siempre receló del por qué México le recibía y le otorgaba protección y sin embargo, la acogió resignado, porque en realidad no tenía ninguna opción
Lo paradójico es que en las esferas oficiales de ese tiempo había una gran admiración por Stalin. Se le veía como un líder ejemplar, el guía de "un nuevo camino" que había que imitar y se seguían puntualmente sus consignas. Lo que es más, su estrategia, el Frente Popular, en México fue el partido oficial, el Partido de la Revolución Mexicana, y si acaso, sólo había un inconveniente, que ésta posición chocaba con la adoptada por Trotsky, quien desde que había salido de la URSS había condenado a la Tercera Internacional y al Frente Popular, y a partir de ese momento se dedicó a lo que consideró que era la tarea más importante de su vida, a combatir sus tácticas y a crear una "nueva vanguardia revolucionaria" en la forma de la Cuarta Internacional.
¿Venía a hacerla a México, al país que adoptaba con entusiasmo el patrón staliniano? Pues así fue, por paradójico que parezca. Y el hecho es que, bajo el liderazgo de Lombardo, la CTM fue el principal impulsor del Frente Popular y por consiguiente el principal oponente de Trotsky. Y lo que es más, existen muchos elementos para pensar que fue esa Central incluso, parte decisiva del complot del asesinato, o por lo menos, del clima que se necesitaba para consumar el crimen. Hay que agregar que el único que apoyaba a Trotsky era Francisco J. Múgica, y por cierto que esa fue una de las razones por las que perdió el apoyo cardenista para llegar a la presidencia.
Más allá de las lucubraciones, y más allá también de sus diferencias con Stalin, el hecho es que Trotsky, en el México cardenista, era un opositor de las políticas cardenistas. No sólo estorbaba Trotsky a Stalin. También aquí sus posturas anti-stalinistas incomodaban a algunos.
De hecho, desde que se anunció la posibilidad del asilo, la CTM declaró públicamente que consideraba "inconveniente" la presencia de Trotsky en México, entre otras razones "porque era evidente que la táctica preconizada por Trotsky se hallaba en abierta pugna con la alianza del proletariado y otros sectores del pueblo de México con el gobierno del Presidente Cárdenas". Luego, lo declaró "enemigo de México... y bandera evidente de los enemigos del proletariado mundial".
Ahora se saben muchas cosas, y entre ellas, que la conspiración procedió por etapas: Stalin, Lavrenti Beria, Leonid Eitingon, su amante Caridad Mercader,Carlos J. Contreras, Lombardo, y el hijo de aquella, el catalán Ramón Mercader.
Caridad personalmente, junto con Eitingon, llevó a Ramón hasta las puertas de la casa de Trotsky. El plan era esperarlo a que lo matara y luego escapar juntos y salir del país. Obviamente esto no pasó, porque algo salió mal y Ramón fue detenido por uno de los guardias. Caridad y Eitingon se percataron de ello y huyeron del lugar. ¿Y adonde fue Caridad después de que dejó a su hijo en la casa de Trotsky? Nada menos que a la oficina de Lombardo, y luego él la envió a la secretaría de Gobernación, y ahí permaneció toda esa noche hasta que le dieron todos los documentos necesarios para salir del país.
Frida Khalo y Diego Rivera
Entretanto, Stalin no desamparó a Ramón, le pagó los mejores abogados para defenderlo, se le otorgaron recursos para vivir bien en prisión y hasta tenía una cocinera que diariamente le preparaba sus alimentos y con cuya hija, una indígena de nombre Raquel Mendoza, Mercader se casó en prisión y tuvieron tres hijos.
Cuando finalmente Mercader salió de prisión, fue recibido en la URSS como "héroe nacional". Luego lo acogió en Cuba como "asesor" el dictador Fidel Castro, y allá murió; pero no fue el único que recibió honores. A Cárdenas, que siguió siendo stalinista, se le dio el Premio Stalin de la Paz. A Lombardo se le distinguió también con varios galardones comunistas.
El ataud de Frida Kahlo cubierto con la bandera del Partido Comunista
Frida Kahlo fue enterrada con la bandera del PCM y murió pintando un retrato de Stalin. Y Diego Rivera no sólo fue recibido con todas las consideraciones en la URSS, cuando fue allá para atenderse el cáncer que padecía, sino que nada más muerto Trotsky solicitó su reingreso al PCM manifestando su stalinismo y revelando que él había roto con Trotsky desde mucho antes del asesinato, pero que "no lo había hecho público".
En suma, todos los que tuvieron contacto o supuestamente apoyaron la estancia de Trotsky en México, o fueron premiados o no se los tocó.
Por la apertura de los archivos de la KGB, desclasificados en 1995, ahora se sabe que sin lugar a dudas, Lombardo fue un decisivo colaborador de los servicios de espionaje soviético, que su nombre en clave era "Sh" y que también lo fue el pintor David Alfaro Siqueiros, conocido como "Kon" o "Caballo de ajedrez". Otra cuyas actividades al servicio de la KGB están perfectamente documentadas es Caridad Mercader,o "Klava". Y en cuanto a Ramón, su alias era "Gnomo" o "Rita".