San Juan de la Cruz, de nombre Juan de Yepes, murió hace 519 años, el 14 de diciembre de 1591, en Úbeda, Jaén. Una dama segoviana, que enamoro a Juan en su juventud, llamada Doña Ana de Mercado y Peñalosa, se encapricho de los huesos del místico y los robo sin contemplaciones. Cervantes se inspiró, para el capítulo IX del Quijote, en este Santo. La bronca entre Úbeda y Segovia acabó en Roma, con el Papa Clemente VIII tomamdo cartas en el asunto. Ordenó a Segovia que devolviera los huesos a Úbeda y Doña Ana sólo lo hizo de cintura para abajo y el Santo quedo repartido, tal como nos cuenta Nieves Concostrina.