Semana Santa en Sevilla , semana de plenilunio . Entre el aroma del incienso y del azahar la luz de la luna y la música de un campanillero, Jesús y María pasean por sus calles y se aprietan
entre sus gentes .
"Al
anochecer se presentó cierto varón, rico, de Arimatea, de nombre José,
quien era también discípulo de Jesús. Éste se personó ante Pilato para
pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato dió orden de que le fuera entregado.
José tomó el cuerpo y lo envolvió en una sábana limpia. Y lo depositó
en una roca"(Mt 27, 57-60). "
El
Lunes Santo procesiona en Sevilla el Santísimo Cristo de la Caridad ,
formando parte de la escena del misterio de Santa Marta . Esta
Hermandad bate el record de rapidez en su marcha por las calles
sevillanas , ya que es una de las más rápidas en hacer su recorrido de
penitenvcia , ( sólo 4 horas ) . Marcha con gran recogimiento y no lleva música de acompañamiento .
VISTA AÉREA .
Cristo
yace muerto en la sábana funeraria , que envolverá el cuerpo en su
entierro , la ley judía no permite que la sangre derramada se pierda . Su brazo derecho cuelga inerte y una gota de su sangre se transforma en rosa roja .
AL
CRISTO DE LA CARIDAD LO ACOMPAÑA LA VIRGEN DE LAS PENAS Y UN CORTEJO DE
MUJERES . PRÓXIMO A LA VIRGEN SAN JUAN , EL DISCÍPULO PREDILECTO DE
JESÚS .
Nicodemo
y José de Arimatea trasladando al sepulcro el cadáver de Cristo. La
Virgen, San Juan Evangelista, las Tres Marías y Santa Marta integran el
cortejo fúnebre. Todas ellas fueron labradas por Luis Ortega Bru
(1951-53), salvo la Virgen y Santa Marta, talladas por Sebastián Santos
en 1958 y 1950, respectivamente.
La Virgen luce diadema de plata dorada hecha en 1959 y viste manto de terciopelo azul liso.
Real, muy Ilustre y Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento,
Inmaculada Concepción, Ánimas Benditas y Cofradía de Nazarenos del
Santísimo Cristo de la Caridad en su Traslado al Sepulcro, Nuestra
Señora de las Penas y Santa Marta. Representación: Se representa a
Jesús siendo trasladado al sepulcro por José de Arimatea y Nicodemo, en
presencia de San Juan, las Tres Marías, Santa Marta y la Virgen de las
Penas. Todo el grupo escultórico fue tallado y policromado por D.
Luis Ortega Bru en los años 1952-53, a excepción de las imágenes de
Santa Marta (1950) y de Nuestra Señora de las Penas (1958) de Sebastián
Santos. Todas las imágenes aparecen vestidas con ropajes de ricos
terciopelos sin bordar. Para muchos este grupo escultórico está considerado como la obra cumbre de Luis Ortega Bru. El
Misterio de Santa Marta, que realizó en 1953, es su máximo exponente,
del cual dijo el propio autor: "Yo no tengo obras cumbres, Cuando se
hable de tal envergadura yo ya estaré muerto...
"
El Misterio de Santa Marte es distinto : ni yo mismo lo puedo explicar
.El barro corría solo y fue Dios quien lo hizo a través de mi " ( LUÍS ORTEGA BRU ) . " LA MANO IZQUIERDA DE DIOS "
http://www.artesacro.org/conocersevilla/biografias/escultores/ortegabru/index.html ORTEGA BRU , LUÍS . LA MANO IZQUIERDA DE DIOS .
http://www.galeon.com/juliodominguez/2007b/bru.html LA SEVILLA QUE NO VEMOS . XXV AÑOS SIN ORTEGA BRU HOMENAJE GRÁFICO .
Encargo del Misterio del Traslado al Sepulcro el 1 de julio de 1951. Realización durante 1951-52.
Bendición:
28 de marzo de 1953, en la parroquia de San Andrés por el Cardenal Arzobispo D. Pedro Segura y Saénz.
1ª salida procesional:
Lunes Santo 30 de marzo de 1953.
Materia:
Madera de pino, con cabeza, manos y pies policromados.
Análisis Artístico
La imagen del Discípulo amado fue realizada
por Ortega Bru para acompañar a la primera Dolorosa de las Penas junto
con el conjunto escultórico del Traslado al Sepulcro estrenado en 1953.
Esta destacada imagen conjuntaba a la perfección con aquella talla, en
el cruce de miradas, policromía cetrina y rasgos afilados y tristes en
barba, ojos, boca y manos. Constituye una de las mejores
representaciones modernas del Evangelista en la Semana Santa de Sevilla.
Restauraciones
En 1977 por el mismo autor; en 1990 por Adolfo Castillo y José Pérez Delgado. En
1997 por Enrique Gutiérrez Carrasquilla y Pedro Enrique Manzano Beltrán
(Taller Serbal), quienes reensamblaron piezas desprendidas, en especial
la unión de los pies con la peana, sellaron grietas y repusieron
policromía, eliminando repintes de intervenciones anteriores y
confección de una nueva peana de asiento de la imagen.
Ajuar de tejidos y orfebrería
Viste túnica de terciopelo verde y mantolín
del mismo tejido de color rojo.Luce en el paso aureola circular, con
rayos flamígeros y en el centro la cruz de San Juan, de plata
sobredorada a dos caras, obra de Jesús Domínguez Vázquez en 1968. Posee
otra, de inferior calidad, del año 1953.
José de Arimatea
Autor:
Luis Ortega Bru (1916-1982).
Cronología:
Encargo del Misterio del Traslado al Sepulcro el 1 de julio de 1951. Realización durante 1951-52.
Bendición:
28 de marzo de 1953, en la parroquia de San Andrés por el Cardenal Arzobispo D. Pedro Segura y Saénz.
1ª salida procesional:
Lunes Santo 30 de marzo de 1953.
Materia:
Madera de pino, con cabeza, manos y pies policromados.
Análisis Artístico
El Santo Varón que porta el cuerpo del
Santísimo Cristo de la Caridad por su parte trasera es una portentosa
imagen de marcados rasgos. En las largas barbas y la expresividad del
rostro Ortega Bru consigue una de sus imágenes secundarias más
logradas. Es de destacar la dirección de la mirada hacia el Santísimo
Cristo, llena de unción y de tristeza, logrando una conjunción de gran
impacto visual.
Restauraciones
En 1977 por el mismo autor; en 1990 por Adolfo Castillo y José Pérez Delgado. En
1998 por Enrique Gutiérrez Carrasquilla y Pedro Enrique Manzano Beltrán
(Taller Serbal), quienes sellaron grietas y fisuras que presentaba,
volviendo a ensamblar diversas piezas, dedos rotos de ambos pies,
reintegración la policromía, en particular de partes de la barba y
construyendo una nueva peana de sustentación.
Ajuar de tejidos y orfebrería
Viste túnica de color canela y capa con capucha de terciopelo de color marrón.
Nicodemo
Autor:
Luis Ortega Bru (1916-1982).
Cronología:
Encargo del Misterio del Traslado al Sepulcro el 1 de julio de 1951. Realización durante 1951-52.
Bendición:
28 de marzo de 1953, en la parroquia de San Andrés por el Cardenal Arzobispo D. Pedro Segura y Saénz.
1ª salida procesional:
Lunes Santo 30 de marzo de 1953.
Materia:
Madera de pino, con cabeza, manos y pies policromados.
Análisis Artístico
La efigie de Nicodemo abre con la poderosa
zancada de su pierna izquierda el Misterio del Traslado al Sepulcro,
dotándolo de un dinamismo inconfundible. La valentía y calidad de la
talla se observa en los aguerridos brazos que portan con decisión la
blanca sábana donde descansa el cadáver del Redentor, hacia quien se
vuelve la triste mirada de su bien ejecutada cabeza. El rostro, con los
ojos vidriados, es uno de los mejores testimonios del arte neobarroco
en la Semana Santa sevillana.
Restauraciones
En 1977 por el mismo autor; en 1990 por Adolfo Castillo y José Pérez Delgado. En
1998 por Enrique Gutiérrez Carrasquilla y Pedro Enrique Manzano Beltrán
(Taller Serbal), quienes ensamblaron el brazo derecho, fijaron la
policromía desprendida y eliminaron repintes anteriores. Se colocó un
nuevo sistema de sujeción al paso y se sustituyó la peana de asiento de
la imagen por una mayor.
Ajuar de tejidos y orfebrería
Viste pantalón corto de terciopelo verde, chaqueta de mismo tejido en color burdeos, y cinturón de cuero.
María Magdalena
Autor:
Luis Ortega Bru (1916-1982).
Cronología:
Encargo del Misterio del Traslado al Sepulcro el 1 de julio de 1951. Realización durante 1951-52.
Bendición:
28 de marzo de 1953, en la parroquia de San Andrés por el Cardenal Arzobispo D. Pedro Segura y Saénz.
1ª salida procesional:
Lunes Santo 30 de marzo de 1953.
Materia:
Madera de pino, con cabeza, manos y pies policromados.
Análisis Artístico
La imagen de Santa María Magdalena procesiona
en el costero derecho del paso en actitud arrodillada, con la amplia
cabellera suelta y las manos simulando recoger la sangre y el brazo
desprendido del Señor muerto. En ella destaca poderosamente cómo la
mirada se vuelve hacia el espectador que contempla la escena desde las
calles, invitándole a sumarse a la compasión del cortejo que camina
hacia el Sepulcro. Ortega Bru usó como modelo de esta efigie a su
entonces novia y después esposa Carmen León Ortega, iniciando una serie
de obras femeninas de estética muy definida, bastante alejadas de los
cánones más usuales y repetidos en la imaginería de la época.
Restauraciones
En 1977 por el mismo autor; en 1990 por Adolfo Castillo y José Pérez Delgado.
En 1999 por Enrique Gutiérrez Carrasquilla y
Pedro Enrique Manzano Beltrán (Taller Serbal), quienes consolidaron los
brazos, fijaron la rotura de un dedo de la mano izquierda, eliminaron
repintes de intervenciones anteriores y sustituyeron la peana de la
imagen por una mayor.
Ajuar de tejidos y orfebrería
Viste túnica de terciopelo morado con fajín
hebreo, y tocado de raso de color marfil. Porta en su mano derecha un
pañuelo en ademán de recoger la sangre del Redentor muerto.
María Salomé
Autor:
Luis Ortega Bru (1916-1982).
Cronología:
Encargo del Misterio del Traslado al Sepulcro el 1 de julio de 1951. Realización durante 1951-52.
Bendición:
28 de marzo de 1953, en la parroquia de San Andrés por el Cardenal Arzobispo D. Pedro Segura y Saénz.
1ª salida procesional:
Lunes Santo 30 de marzo de 1953.
Materia:
Madera de pino, con cabeza y manos policromadas.
Análisis Artístico
Esta imagen de Santa Mujer arrodillada, con la
angustiosa mirada elevada y las manos extendidas hacia el Santísimo
Cristo, figura en el Misterio desde su configuración inicial de 1953,
aunque ha cambiado de posición en el mismo con el transcurso de los
años. Originariamente procesionó en la parte delantera izquierda vuelta
hacia el Señor, pasando luego al lateral izquierdo del paso, liberando
totalmente la visión frontal del Santísimo Cristo de la Caridad y de
Nicodemo.
Restauraciones
En 1977 por el mismo autor; en 1990 por Adolfo
Castillo y José Pérez Delgado; en 1997 por Enrique Gutiérrez
Carrasquilla y Pedro Enrique Manzano Beltrán (Taller Serbal).
Ajuar de tejidos y orfebrería
Viste túnica de terciopelo de color azul con fajín hebreo y mantolín morado. Tocado de tela blanca.
María Cleofás
Autor:
Luis Ortega Bru (1916-1982).
Cronología:
1958. Procede de la anterior imagen de Nuestra Señora de las Penas
Bendición:
28 de marzo de 1958, en la parroquia de San Andrés por el por el Párroco Rvdo. Sr. D. Manuel León Carrasco.
1ª salida procesional:
Lunes Santo 31 de marzo de 1958.
Materia:
Madera de pino, con cabeza y manos policromadas.
Análisis Artístico
Al incorporarse al Misterio la actual Virgen
de las Penas en 1958, la Junta de Gobierno acordó “aumentar las figuras
del paso con la inclusión de María Cleofás, a base de que esta sea
representada por la actual imagen de la Stma. Virgen de las Penas,
adquiriendo así, el Misterio del paso la autenticidad de lo escriturado
respecto a los personajes que en el momento del Traslado al Sepulcro se
encontraban presentes”. Para
ello la anterior Dolorosa pasó a procesional como María de Cleofás,
personaje que no estaba representado en un principio en la idea de
Ortega Bru. La efigie en la actualidad nos ofrece una gran serenidad en
su expresión, gracias a su policromía nacarada, y un elegante porte en
actitud de caminar con decisión tras el Cristo de la Caridad, portando
en sus delicadas manos la corona de espinas.
Restauraciones
En 1977 por el mismo autor; en 1990 Adolfo Castillo y José Pérez Delgado. En
1997 por Enrique Gutiérrez Carrasquilla y Pedro Enrique Manzano Beltrán
(Taller Serbal), quienes sellaron grietas que presentaba la imagen y
eliminaron exudaciones de barniz o resina de la madera.
Ajuar de tejidos y orfebrería
Viste saya de terciopelo de color azul y
mantolín rojo, fajín hebreo y tocado de tejido marfileño. Porta en sus
manos la corona de espinas del Señor.
Bibliografía sobre el Misterio
ALFAGEME RUANO, Pedro: «Luis Ortega Bru (1919-1982)» en Revista Retablo n" 3,1989. pp. 52-57.
BERNALES
BALLESTEROS. Jorge: «El paso de misterio a través de los siglos» en
Semana Santa en Sevilla. Sevilla. 1983. Vol. III, pp. 114-115.
BERNALES
BALLESTEROS, Jorge: «El escultor Luis Ortega Bru y la Hermandad de
Santa Marta» en B.H.S.M. n" 15. Febrero 1983. pp. 2-3.
GONZÁLEZ SÁNCHEZ, Ignacio: “Finalizada la restauración del Misterio al completo”, en B.H.S.M., n° 57, febrero 2001, p. 13.
GONZÁLEZ SUÁREZ. Isidro: «El Misterio del Traslado al Sepulcro y Luis Ortega Bru» en B.H.S.M. nº 32. Octubre de 1992.
GONZÁLEZ
SUAREZ, Isidro: "Cincuenta años de la bendición y primera Estación de
Penitencia del Misterio del Traslado al Sepulcro. B.C.S. n° 529. marzo
2003, pp. 147-150.
GONZÁLEZ SUÁREZ, Isidro: “En torno al
Misterio del Traslado al Sepulcro de la Hermandad de Santa Marta”, en
B.C.S. nº 530, abril 2003. pp. 230-235.
GUTIÉRREZ CARRASQUILLA, Enrique: “Restauración de las imágenes del Misterio”, en B.H.S.M. nº 48. Febrero, 1998, p. 20-22.
MARTÍN DÍAZ, Antonio: "Restauración del Misterio", en B.H.S.M. nº 47. Octubre 1997, p. 6-8.
MARTÍNEZ
ALCALDE. Juan: "Ortega Bru ha restaurado el Misterio de la Cofradía de
Santa Marta". ABC de Sevilla. 12 de marzo de 1978. p. 37.
PALOMERO
PÁRAMO Jesús Miguel: «La espiritualidad domina el paso de misterio de
Santa Marta» en Semana Santa paso a paso, n" 12, ABC de Sevilla,
Cuaresma de 1994.
Juan el Apóstol (hebreo יוחנן Yohanan, "el Señor es misericordioso") Un discípulo de Jesucristo, nativo de Galilea, hermano de Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo. Era pescador de oficio en el mar de Galilea, como otros apóstoles. Era el más joven de los Doce. Probablemente vivía en Cafarnaún, compañero de Pedro.
Junto a su hermano Santiago, Jesús los llamó בני רעם Bnéy-ré'em
(arameo), Bnéy Rá'am (hebreo), que ha pasado por el griego al español
como "Boanerges", y que significa «hijos del trueno», por su gran
ímpetu. La madre podría ser Salomé.
Juan pertenecía al llamado "Círculo Íntimo" de Jesús que estuvo con él
en ocasiones especiales: en la resurrección de la hija de Jairo, en la transfiguración y en el huerto de Getsemaní. Acompañó a Pedro en viajes de predicación a Samaria.
Pablo de Tarso lo menciona como uno de los pilares de la Iglesia.
José de Arimatea, personaje bíblico que según la tradición cristiana era el propietario del sepulcro en el cual fue depositado el cuerpo de Jesús después de la crucifixión.
Otras tradiciones le atribuyen el traslado del Sudario, el Santo Grial y otras reliquias desde la ciudad de Jerusalén a otros sitios en la cuenca del Mediterráneo.
José de Arimatea era hermano menor de Joaquín, el padre de la Virgen María, lo que lo convierte en tío-abuelo de Jesús[cita requerida]. Se convirtió en tutor del nazareno después de la temprana muerte de San José, el esposo de María.
Era miembro del Sanedrín, el tribunal supremo de los judíos, y decurión del Imperio Romano, una especie de ministro, encargado de las explotaciones de plomo y estaño. Un «hombre rico» según San Mateo; un hombre «ilustre» según San Marcos; «persona buena y honrada» según San Lucas; «...que era discípulo de Jesús» según San Mateo, «pero clandestino por miedo a las autoridades judías», según San Juan.
Lo cierto es que los cuatro evangelistas coinciden en contar el
mismo episodio donde intervino San José de Arimatea. Jesús acaba de
morir en la cruz, Pedro renegó de él por tres veces en público, los apóstoles se dispersan, pero este hombre solicita al procurador romano Poncio Pilatos que le permita dar sepultura al cuerpo de Jesús. Con la ayuda de Nicodemo,
desclava el cuerpo de la cruz y lo sepulta en su propia tumba, un
sepulcro nuevo, recién excavado en la roca, donde se encuentra la basílica del Santo Sepulcro.
Lo envolvieron en lienzos de lino y lo colocaron en la tumba con una
gran piedra en la entrada. Por esto, la tradición cristiana lo tiene
como patrono de embalsamadores y sepultureros.
Nicodemo es el nombre de un judío que aparece en el Nuevo Testamentocristiano, importante por ser el protagonista de un profundo diálogo con Jesucristo. Según el evangelio de san Juan, Nicodemo era un rico fariseo, maestro en Israel y miembro del Sanedrín. De él, añade que era «principal entre los judíos».[1] Este hecho hace que sea muy apreciado entre los cristianos pues Nicodemo, al igual que Pablo de Tarso o José de Arimatea, representan al sabio judío versado en la Ley que reconoce en Jesús al Mesías y se hace su discípulo. Suponen por tanto un espaldarazo a favor del cristianismo.
Acompañó a Jesús hasta el calvario y al sepulcro. Habiendo ido a visitar a éste con otras mujeres (las tres Marías)
a los tres días lo encontraron vacío. Consternadas todas, se les
aparecieron inmediatamente dos ángeles los cuales les aseguraron que
había resucitado, que diesen cuenta de esto a los demás discípulos y
que fuesen a Galilea donde la verían.[1]
Prima de la Virgen María, vivió en el siglo I de nuestra era. Estuvo casada con un tal AlfeoCleofás. Fue de las primeras en adherirse a las doctrinas de Jesús, animando a sus cuatro hijos que fueron santos - Simeón, Judas, José y Santiago - a que siguieran su ejemplo. o
Fue una de las santas mujeres que acompañaron a Jesús en sus viajes.
Asistió a su suplicio y a su entierro y fue también una de las primeras
que le vieron después de resucitado.
Real, muy Ilustre y Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento, Inmaculada Concepción, Ánimas Benditas y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Caridad en su Traslado al Sepulcro, Nuestra Señora de las Penas y Santa Marta. Representación: Se representa a Jesús siendo trasladado al sepulcro por José de Arimatea y Nicodemo, en presencia de San Juan, las Tres Marías, Santa Marta y la Virgen de las Penas. Todo el grupo escultórico fue tallado y policromado por D. Luis Ortega Bru en los años 1952-53, a excepción de las imágenes de Santa Marta (1950) y de Nuestra Señora de las Penas (1958) de Sebastián Santos. Todas las imágenes aparecen vestidas con ropajes de ricos terciopelos sin bordar. Para muchos este grupo escultórico está considerado como la obra cumbre de Luis Ortega Bru. El Misterio de Santa Marta, que realizó en 1953, es su máximo exponente, del cual dijo el propio autor: "Yo no tengo obras cumbres, Cuando se hable de tal envergadura yo ya estaré muerto.
El misterio de Santa Marta es distinto; ni yo mismo lo puedo explicar. El barro corría sólo y fue Dios quien lo hizo a través de mi".