Miles de ciudadanos "indignados" desafiaron hoy una prohibición de la Junta Electoral Provincial de Madrid de reunirse en la céntrica Puerta del Sol, donde llevan tres días acampando en demanda de un cambio político y en defensa de los derechos sociales de cara a las elecciones municipales y autonómicas del próximo domingo.
El veto a las manifestaciones se extendió también a otras ciudades donde se habían convocado protestas similares, entre ellas, Servilla, Granada, Oviedo y Gijón, según indicaron medios locales. No ocurrió lo mismo en Barcelona ni en Valencia.
La resolución de la Junta Electoral de Madrid responde a una demanda de autorización realizada por varias personas para dar cobertura legal a la convocatoria de asamblea prevista para esta noche.
"No se considera que concurran causas extraordinarias y graves que justifiquen la urgencia de la convocatoria en un espacio de 24 horas", dijo el organismo.
Además, señalan que "la petición del voto responsable", a la que hicieron referencia algunos de los convocantes, "puede afectar a la campaña electoral y a la libertad del derecho de los ciudadanos al ejercicio del voto".
Tras conocerse la resolución, la consigna más escuchada entre los manifestantes concentrados en el Kilómetro cero de la capital era "No nos movemos", en una clara actitud de resistencia.
Jóvenes con altavoces en mano llamaban a los manifestantes a "seguir adelante, para no perder la calle para hacer de la democracia un sistema más justo".
Según un portavoz de los manifestantes, tienen intención de quedarse allí, porque "este es un espacio de participación ciudadana". "Esto no puede parar", sostuvo, al tiempo que subrayó que los ciudadanos están amparados por el artículo 21 de la Constitución.
Ya son miles los manifestantes que se volcaron a la protesta inicialmente convocada por la plataforma "Democracia real ya", pero que ahora cuenta con participación de diferentes organizaciones sociales y personas independientes: jóvenes, desempleados, jubilados, trabajadores precarios- enfadadas porque son víctimas de una crisis que ellos no provocaron.
Por tercer día consecutivo, las principales plazas del España, con la madrileña Puerta del Sol como símbolo de la protesta, amanecieron "tomadas" por estos ciudadanos, en su mayoría jóvenes afectados especialmente por el elevado desempleo, que decidieron levantarse y alzar la voz para quejarse.
La noche del lunes, una acampada menos multitudinaria en la misma Puerta del Sol fue desalojada por la fuerza por la policía.
El arresto de un veintenar de personas, provocó una mayor reacción de los ciudadanos, que se volcaron al día siguiente a las calles en una muestra de solidaridad con estos jóvenes. Al día siguiente, igual suerte corrió una acampada en Granada. Pero los ciudadanos siguen respondiendo con más participación.