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La Navidad está íntimamente relacionada con las manifestaciones del espíritu, por lo que el ser humano se ha expresado en las letras y en las artes tratando de reflejar y transmitir el espíritu de la Navidad a través de sus creaciones.
Recreemos con estas obras el espíritu de la Navidad y disfrutemos de estas Fiestas que no sólo son para reunirse y festejar, sino que el verdadero sentido de la navidad está en sentirla dentro de cada uno de nosotros, y que despierte lo mejor del ser humano, la solidaridad hacia los otros, el rogar por la paz en el mundo, el pedir que no haya chicos con hambre en la Tierra, en fin, el sentir la presencia de Dios dentro de cada ser humano y en sus obras.
La conmemoración del Nacimiento de Jesús es, junto con la celebración de su Pasión, Muerte y Resurrección, uno de los principales acontecimientos del Año Litúrgico Cristiano. Por ello, es un tema que ha interesado a los artistas de todos los tiempos, independientemente del marco geográfico y cronológico en el que desarrollaron su actividad.
Muchas historias ficticias navideñas se recrean con temas de esperanza o relatos milagrosos. Varios han llegado a ser parte de la tradición local navideña. Entre los más populares están el ballet de Tchaikovsky, El Cascanueces y la novela de Charles Dickens, Cuento de Navidad (en inglés: A Christmas Carol). Estos a su vez han sido llevados al cine o televisión, con adaptaciones a algún programa en especial o sin ellas.
Sandro Botticelli, Navidad Mística National Gallery, Londres.
Las representaciones de la Navidad varían, pues van desde las representaciones del nacimiento de Cristo, hasta imágenes de eventos navideños. Entre las pinturas del nacimiento de Cristo, se encuentran las que representan la adoración de los pastores o la de los Reyes Magos. Y entre alguno sus exponentes están: Fra Filippo Lippi, Fra Angelico, Sandro Botticelli, El Greco, entre muchos otros. Y Andréi Rubliov y Kiko Argüello en iconos. En cuanto a otras imágenes navideñas, se encuentran carteles, timbres postales, tarjetas, etc.
En la Iglesia Católica
Para el catolicismo la Navidad no solo es un día de fiesta, sino una temporada de fiestas, y de la misma forma que la Pascua, contiene un tiempo de preparación, llamado Adviento, que inicia cuatro domingos antes del 25 de diciembre.
Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior (Nochebuena) aunque sea domingo, se reza la famosa Misa de Gallo o Misa de Medianoche; en algunos lugares hay incluso una Misa de la Aurora que se celebra precisamente al amanecer del 25 de diciembre. Y la Misa de Mediodía, en la que es costumbre que antes o después de ella, el Papa dé un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo, este mensaje es conocido como Urbi et Orbi (en latín: a la Ciudad de Roma y al Mundo).
Posterior a la celebración del 25 de diciembre de Navidad, tienen lugar las fiestas de san Esteban, protomártir (26 de dic.), san Juan Evangelista (27 de dic.), los Santos Inocentes (28 de dic.), la Sagrada Familia (domingo siguiente a la Navidad o 29 de dic. si Navidad cae en domingo), María Madre de Dios (1 de enero), la Epifanía que se celebra el 6 de enero aunque en algunas diócesis se traslade al Segundo Domingo después de Navidad, y el Bautismo de Nuestro Señor (Domingo siguiente a Epifanía), con el que termina el tiempo litúrgico de la Navidad.
En las Iglesias Ortodoxas
GREGORIO XIII
Las Iglesias Orientales por no aceptar el calendario propuesto por el papa Gregorio XIII, aún usan el calendario juliano y por lo tanto la Navidad la celebran el 25 de diciembre pero que, según el calendario gregoriano, es 7 de enero. Aunque la Iglesia Armenia la celebra el 6 de enero, junto con la Epifanía.
Se exceptúan las Iglesias de Alejandría, Rumania, Bulgaria, Albania, Finlandia, Grecia y Chipre; que sí festejan Navidad el día 25 de diciembre.
Cabe señalar que en Belén, ciudad de nacimiento de Jesucristo, la Navidad se celebra dos veces. Pues la Basílica de la Natividad es administrada por la Iglesia Católica que celebra Navidad el 25 de diciembre; y la Iglesia Ortodoxa de Jerusalén que la celebra el 6 de enero.
En esa iglesia hay una caverna subterránea con un altar sobre el lugar en el que según la tradición nació Jesús. El punto exacto está marcado por un agujero en medio de una estrella de plata de 14 puntas rodeada por lámparas de plata.