ENIGMAS DE LA SÁBANA SANTA DE TURÍN
El Sudario de Turín —también conocido como la Síndone de Turín, la Sábana Santa o el Santo Sudario— es una tela de lino que muestra la imagen en negativo fotográfico de un hombre que presenta marcas y traumas físicos propios de una crucifixión, junto a otros totalmente atípicos, pero acordes con los hechos relatados en la Pasión.
Actualmente, se encuentra en la capilla real de la Catedral de San Juan Bautista, en Turín (Italia). Las opiniones sobre el Sudario son diversas: algunos afirman que es el mismo lienzo o sudario que cubrió a Jesús de Nazaret en el sepulcro, y que durante su resurrección su efigie quedó grabada en negativo de algún modo en las fibras, mientras que otros arguyen que el sudario es un fraude o falsificación medieval. El origen del sudario y sus imágenes es todavía fuente de intenso debate entre científicos, creyentes, historiadores y escritores.
Las evidencias y argumentos a favor de la autenticidad del sudario incluyen análisis materiales y textiles que fechan su origen en el siglo I; las propiedades inusuales e inexplicables de la imagen, que según algunos no pudo ser obtenida con ninguna técnica de formación de imágenes conocida antes del siglo XIX; por otra parte, análisis y argumentos en contra que incluyen una carta de un obispo medieval al Papa de Aviñón alegando conocimiento personal de que la imagen fue astutamente pintada para sacar dinero de los peregrinos, la datación radiométrica de 1988, y análisis químicos sobre las manchas de Walter McCrone.
La máxima discusión gira en torno a su datación por el método del carbono 14 llevada a cabo en 1988. Tres estudios científicos realizados por un laboratorio del Reino Unido, uno de Suiza y un tercero de los Estados Unidos sobre una pequeña muestra del lienzo, dieron como resultado para el Sudario de Turín una fecha entre 1260 y 1390 (±10 años), con una fiabilidad del 95%, y que fue publicada en la revista científica Nature.1 Para algunos, esta datación ha zanjado para siempre el asunto demostrando que el sudario es una falsificación del siglo XIV (aún pendiente de determinar cómo se realizó).
Sin embargo, en 1997, un equipo de científicos encabezado por el doctor Leoncio Garza-Valdés logró demostrar que los exámenes por radiocarbono 14 de la Sábana Santa de Turín realizados en 1988 por los laboratorios de las Universidades de Oxford y Arizona y el Instituto Federal de Tecnología de Suiza, que la databan entre los siglos XIII y XIV, habían sido corrompidos por la presencia de un material bioplástico de origen microbiano en la tela analizada.2 A raíz de ese descubrimiento, el Vaticano decidió encomendar al doctor Garza-Valdés la realización del primer estudio exhaustivo del ADN conservado en la Síndone, al cabo del cual el científico, fundador de la arqueomicrobiología, concluyó que, dadas las características del sujeto a quien perteneciera la sangre analizada, así como la antigüedad de la muestra, el Sudario de Turín bien pudo haber sido el lienzo mortuorio de Jesús de Nazaret.3
En 2005, el químico estadounidense Raymond Rogers concluyó que las pruebas realizadas en 1988 no habían sido hechas sobre una muestra genuina del lienzo original del Sudario sino en en un parche recosido del mismo y añadido con posterioridad.4 Esos resultados fueron corroborados en 2008 por Robert Villarreal5 y M. Sue Benford y Joseph G. Marino en Chemistry Today6
La primera exposición pública después de una década tiene lugar en la Catedral de Turín, del 10 de abril al 23 de mayo 2010.