Los 'Tigres Bálticos', el ejemplo de ¿cómo salir de la crisis? DANIEL MARÍN ARRIBAS
Estonia, Letonia y Lituania vuelven de nuevo a emprender el camino del crecimiento. La libertad económica y la unión nacional, las claves de su éxito. Las tres economías del Báltico vuelven a levantar el vuelo tras una aguda y dura crisis. Mientras otros países europeos continúan inmersos en un agujero sin salida, Estonia, Letonia y Lituania ya han salido de él. Estas tres economías son sin duda un ejemplo a seguir si se quiere un futuro próspero. ¿Cómo lo han hecho? Un pasado socialista En sus inicios, los "tigres bálticos" eran naciones sometidas bajo el yugo comunista de la antigua Unión Soviética. En 1988 consiguieron escapar, pero su red político-económica aún lastraba una tradición fuertemente planificadora. Los primeros años de su andadura en libertad no fueron tampoco prósperos. Su estructura de capital no estaba muy desarrollada y su competitividad era demasiado baja. En 1992 el PIB de Letonia marcaba una cifra castatrófica; -32,1% de caída. Asimismo, las otras economías presentaban el mismo panorama desolador, con un decrecimiento entorno al -11% entre 1990 y 1993. Apertura y libertad En 1994 comenzaron las primeras medidas. Ese mismo año Estonia decidió establecer impuestos planos y homogéneos para toda la economía. Así, en esa reforma, fijó una tasa impositiva del 26% para todos las rentas, tanto de personas físicas, como sociedades y de ganancias de capital. Lituania operó de la misma manera estableciendo un IRPF no progresivo del 33%, un impuesto del 29% para los ingresos empresariales y un IVA del 18%. Asimismo Letonia, aunque tardó más tiempo, en 1997 aplicó las mismas medidas. Además, el guión fiscal que han seguido las tres economías ha sido el de bajar constantemente los impuestos. En 2005, Estonia redujo sus tributos sobre los ingresos al 24%, en 2006 al 23%, en 2007 al 22% y en 2009 al 21%. Lituania también hizo lo propio con la tasa sobre los beneficios empresariales rebajándola hasta el 15%, y Letonia ha terminado dejando los tributos sobre la renta de las personas físicas en el 25% y los societarios en el 15%. Respecto a la libertad de circulación de capitales, ninguno de los tigres bálticos han puesto restricciones severas. Ni Estonia, ni Letonia, ni Lituania levantaron aranceles a las exportaciones o a las importaciones. Abiertos al exterior, con bajos impuestos y sin progresividad en los tributos, los resultados fueron durante casi dos décadas espectaculares. De una recesión crónica, las economías bálticas pasaron a posicionarse en la cresta del crecimiento y en 2004 lograron entrar en la Unión Europea con una moneda con un tipo de cambio fijado al euro. En los primeros años del siglo XXI hasta la llegada de la crisis, el trío creció una media del 7% del PIB, alcanzando incluso, en 2006, su máximo auge. Ese año, Estonia experimentó un incremento del 10,1%, Letonia del 11,2% y Lituania del 7,8%. Asimismo, todos disfrutaron este período de tiempo de unas cuentas públicas saneadas con superávit presupuestario y una deuda en circulación moderada, exceptuando el caso de Lituania. Además, sus Haciendas Públicas, siguiendo las advertencias de la curva de Arthur Laffer de no subir impuestos, cosecharon aumentos recaudatorios de hasta el 408% en 15 años. Crisis y recuperación La crisis financiera mundial que comenzó en 2007 asestó con fuerza a las economías bálticas. Si bien no fue un golpe directo, en 2009 se dejó notar con la máxima virulencia. Ese mismo año, el PIB de Estonia se contrajo hasta el -14,3%, el de Letonia hasta el -17,7% y el de Lituania hasta el -14,8%. El déficit público y la deuda también se saldaron con un mal dato. En Letonia se llegó al -9,8% y al 29,4%, en Lituania al -9,4% y al 36,7%, y el Estonia al -2,0% y ea 7,2%, respectivamente. Y el paro tampoco fue favorable. Estonia alcanzó el 15,8% en la tasa de desempleo, Letonia el 20,1% y Lituania el 15,9%. Si observamos las cifras, durante la recesión, la evolución de las mismas en los "tigres bálticos" ha sido muy parecida a la del caso español, sin embargo, el desarrollo posterior no ha sido el mismo. Mientras el pais hispánico continúa en caída libre hacia el precipicio, Estonia, Letonia y Lituania han izado ya las velas del progreso y la recuperación. ¿Qué han hecho? Justo todo lo contrario de España. Ellos no negaron la crisis, no hicieron planes de estímulo indiscriminados y tampoco subieron los impuestos. Su tributación la mantuvieron igual de baja que en la época de auge, liberalizaron los mercados para ayudar a los agentes privados (empresas y familias) a que se ajustasen a las nuevas circunstancias económicas, y no depreciaron su moneda. El sector público recortó su gasto de manera drástica pero necesaria; por ejemplo, en el caso de Estonia, se bajaron las pensiones un 20% y el sueldo de los funcionarios un 10%. Y también, se produjo una gran rebaja general en precios y salarios que reforzaron la competitividad y productividad de sus economías. Todo ello se hizo con el apoyo mayoritario de sus ciudadanos que, guardando el recuerdo de la represión comunista, supieron abrazar sin trabas ni ideologías la libertad en unión nacional. Gracias a estas medidas, los países bálticos han vuelto a ser "tigres", creciendo de nuevo en 2011 al 5,5%, en el caso de Estonia, 7,6%, en el de Letonia, y 5,9%, en el de Lituania. Además, su paro y su déficit, todo lo contrario que en España, se ha rebajado significativamente. Han hecho los deberes y ya comienzan a recibir el premio de la prosperidad. http://www.intereconomia.com/noticias-negocios/claves/los-tigres-balticos-ejemplo-salir-crisis-20120514
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