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De: IGNACIOAL (Mensaje original) |
Enviado: 11/03/2013 18:52 |
El Maestro del Prado y las Pinturas Proféticas
JAVIER SIERRA
El autor revive, a través de sus páginas, un especial encuentro que tuvo en el Museo del Prado de Madrid cuando todavía estaba estudiando. Un misterioso hombre le ofreció mostrarle el lado menos conocido del arte: el lenguaje cifrado y los códigos ocultos que esconden algunas de las obras más reconocidas.
7:14 Javier Sierra 'El Maestro del Prado'
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’El Jardín de las Delicias’. El Bosco (1500 - 1505 ?). Madrid, Museo Nacional del Prado El recorrido nocturno con Sierra empieza delante de una de las obras más enigmáticas de El Bosco, El jardín de las delicias, una de las pocas no firmadas, aparentemente, por el pintor -en el libro se desvela que está firmada con un autorretrato- y ante la que murió en 1598 en el Monasterio de El Escorial Felipe II, que admiraba profundamente al pintor holandés y adquirió muchas de sus pinturas ahora en el museo. La interpretación habitual de este tríptico es cómo la corrupción de la carne puede llevar a la destrucción en el infierno. |
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"El triunfo de la muerte". Pieter Bruegel el Viejo (Hacia 1562). Madrid, Museo Nacional del Prado |
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’La historia de Nastagio Degli Onesti (I)’- Sandro Botticelli (Hacia 1483). Madrid, Museo Nacional del Prado
’La historia de Nastagio Degli Onesti (II)’- Sandro Botticelli (Hacia 1483). Madrid, Museo Nacional del Prado
La historia de Nastagio Degli Onesti (III)’- Sandro Botticelli (Hacia 1483). Madrid, Museo Nacional del Prado
En la sala de pinturas italianas, están "los únicos fantasmas del Prado", según Sierra, que son los amantes crueles cuya leyenda reflejan las tres únicas tablas de Botticcelli que tiene el museo español, La historia de Nastagio degli Onesti del Decamerón. Su historia maldita también queda desvelada. |
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’ Sagrada Familia con san Juanito, conocida como La Perla’. Autores: Rafael y su discípulo Giulio Romano (1519-20). Óleo sobre tabla, 147,4 cm x 116 cm x 2,8 cm. Madrid, Museo Nacional del Prado. Procedencia: Colección Real (Sacristia del Escorial, bajo el Crucifijo de Pietro Tacca, 1656; Palacio Real Nuevo, Madrid, pieza verde de chimenea, 1794, s.n.; José Bonaparte la trasladó al Palacio de La Granja en 1809 y un año después a Madrid, de donde salió en 1813 hacia Francia. Fue devuelta a España en 1818 y depositada de nuevo en El Escorial. En 1857 se cita ya en el Prado) Llamada La Perla por Felipe IV por considerarla la pintura más preciada de su colección, su autoría está sujeta a discusión, atribuyéndose el diseño de la composición a Rafael, que habría delegado en Giulio Romano parte de su realización. Como otras obras tardías de Rafael, destaca la importancia del paisaje, y el interés por los contrastes lumínicos, consecuencia de su reencuentro con Leonardo en Roma entre 1513 y 1516. La impronta leonardesca es también evidente en la disposición piramidal de las figuras. Pintada para Ludovico Canossa, perteneció sucesivamente a los duques de Mantua, Carlos I de Inglaterra y Luis de Haro, quien la entregó a Felipe IV. La Sagrada Familia con San Juanito, conocida comúnmente como La Perla, es un cuadro de Rafael Sanzio pintado entre 1518 y 1520 que se conserva en el museo del Prado. La autoría del cuadro ha estado sujeta a polémicas desde el siglo XIX, ya que se pensaba que no era totalmente autógrafo de Rafael sino producto de una colaboración con algún ayudante, como Giulio Romano. Esta hipótesis se basaba en parte en el incipiente manierismo de la obra, un estilo que se entendía como ajeno al clasicismo más reconocible de Rafael y que se tachaba de corrupción o defecto propio de sus seguidores e imitadores. Los últimos estudios avalan la plena autoría de Rafael, según esgrimen Tom Henry y Paul Joannides, expertos británicos que organizaron la muestra El último Rafael (Prado y Louvre) en 2012. |
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Sagrada Familia del roble. Autores: Giulio Romano y Rafael. 1518-20. Óleo sobre tabla, 144 x 110 cm. Museo Nacional del Prado. Esta obra fue regalada por Niccolò Ludovissi a Felipe IV (1605-1665) en 1640, se cita en el Monasterio de El Escorial en 1667. San José, apoyado sobre una ruina clásica, mira cómo la Virgen María sostiene al Niño Jesús, mientras Éste recibe de San Juan un rollo con el Ecce Agnus Dei. La inscripción, que traducida del latín significa Éste es el cordero de Dios, hace referencia a la Pasión de Cristo, quien se entrega en sacrificio, como se hacía en el judaísmo con los corderos, para salvar a los hombres del pecado. El roble que aparece tras el grupo principal da nombre a la obra, y separa a las figuras del paisaje del fondo y de las ruinas de las Termas de Caracalla de la izquierda. La composición de esta obra fue diseñada por Rafael, quien probablemente también realizó un primer boceto, pero sería retocada y ultimada por Giulio Romano. Podemos observar su proximidad con la composición de la pintura conocida como La Perla (más arriba), también de Rafael, por la importancia que se le da al paisaje y por el interés por los contrastes lumínicos, aunque difieren en el modo en el que se agrupan las figuras, que aquí lo hacen diagonal y no piramidalmente. Los primeros secretos que el maestro del Prado desveló a Sierra son los que esconde La Perla, de Rafael y cómo el pintor renacentista inspiró su arte en el Apocalipsis Nova, un libro manuscrito nunca impreso que ayuda a comprender el arte como puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos. La Perla, llamada así porque era la joya de la colección de Felipe IV, y La transfiguración del Señor, elaborada en el taller de Rafael, son ejemplos de esa comunicación entre los dos mundos. Y El maestro del Prado es el particular Apocalipsis Nova que nos brinda Sierra para "descubrir ese puente", el "pasaporte" para el viaje. |
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Javier Sierra frente al cuadro de ’Carlos V en la Batalla de Mülberg’ de Tiziano. ’Carlos V en la Batalla de Mülberg’. Obra de Tiziano (1548). Óleo sobre lienzo, 332 × 279 cm. Madrid, Museo Nacional del Prado El recorrido de Javier Sierra con la prensa acabó con dos cuadros de Tiziano. Dos obras del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V -que reinó en España como Carlos I- que muestran la obsesión del monarca con su muerte: en La Gloria pidió ser retratado con el sudario con el que luego sería enterrado en El Escorial y en Carlos V en la Batalla de Mülberg puede descubrirse el río Aqueronte, por el que Caronte guiaba a los sombras errantes de los difuntos, tras la figura a caballo de un monarca que ase con fuerza la lanza de Longino, el talismán para evitar caer en la lucha. |
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’La Gloria’. Obra de Tiziano (1551-1554). Óleo sobre lienzo, 346 cm x 240 cm. Madrid, Museo Nacional del Prado Estas y otros muchas obras enigmáticas del Museo del Prado están en el libro de Sierra para ayudar al lector a descubrir "para qué se inventó el arte". Un libro con todos los ingredientes para convertirse en guía de sala imprescindible del propio museo. |
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