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De: IGNACIOAL (Mensaje original) |
Enviado: 04/08/2013 19:42 |
Crisis en el Orden Colonial en América Latina . La Caida del Imperio Español .
Entre el desembarco de Cristóbal Colón en 1492 y la rendición de España en la Batalla de Agacucho en 1824 , transcurrieron 332 años de dominación extranjera en territorio latinoamericano . Ninguno de los monarcas españoles , conoció el territorio americano en ese lapso y la Corte Portuguesa sólo lo haría en 1807 , escapando de la invasión bonapartista . Durante esos tres siglos , se ensayaron los más variados , burocráticos , originales y absurdos sistemas de administración y control social . Tarde o temparno todos fracasaron y acabaron dando origen a la crisis del sistema . ¿ Cómo y por qué se derrumbó el sistema de dominación colonial ? .
La DECADENCIA del Imperio Español empezó durante el reinado de Felipe II cuando la Armada Invencible española, luchando contra los ingleses, fue derrotada en 1588. Durante los reinados de Felipe II y Felipe IV se produjo la caida del Imperio Español debido a una crisis económica causada por los gastos en mantener las guerras, la pérdida de muchos territorios conquistados y la disminución de la llegada de plata y otros minerales de las Américas.
La caída del imperio coincide con una época de esplendor en el arte español que se conoce como el “Siglo de Oro”. En pintura destacan los nombres de Diego Velázquez, el Greco y Bartolomé Esteban Murillo. En literatura sobresalen Miguel de Cervantes, Lope de Vega y Francisco de Quevedo. Como dice el refrán " No hay mal que por bien no venga " .
50:39 Crisis del orden colonial en América Latina DocuHistory:: Fuente: RTVE.es
56:36 La caída del Imperio Español
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Al morir en el 1700 el rey Carlos II se extinguió la dinastía de la Casa de Austria (porque no dejó descendencia) en España. A raíz de esto, la corona quedó a cargo de un nieto de Luis XIV de Francia, llamado Felipe de Anjou, que pasó a llamarse Felipe V (1700-1746). Este nuevo monarca era heredero de la dinastía borbónica, de la casa real francesa.
FELIPE V . El primer Borbón
Este cambio implicó una transformación y centralización de las actividades administrativas. Se intentó controlar más directamente a las autoridades regionales y para ello se crearon nuevos cargos, como los intendentes y subdelegados. Estos cambios hechos en España, se hicieron sentir en todos los territorios dependientes de la Corona, desde México hasta Chile.
Además, durante su gobierno aplicó una nueva política comercial (en España y en sus colonias), que junto con la fiscal, estaban orientadas a lograr una administración más eficaz y mayores beneficios económicos para España. Las nuevas leyes económicas aplicadas por el estado español recibieron el nombre de reformas borbónicas, las cuales consistieron principalmente en eliminar el sistema comercial de flotas y galeones remplazándolo por el de los Navíos de Registro. A partir de 1720, cualquier armador podía embarcar mercaderías hacia las colonias, pagando un derecho en el puerto de Cádiz y obteniendo la autorización de la Casa de Contratación.
PUERTO DE SEVILLA - CASA DE CONTRATACIÓN
Los navíos de registro hicieron más expedito el comercio entre España y América. Los precios de las mercaderías bajaron, aumentando el consumo, lo que provocó un flujo muy alto de metales preciosos desde América a Europa.
Las reformas continuaron. En 1765, bajo el gobierno del rey Carlos III, el más destacado gobernante de la Casa de Borbón, se autorizó la salida de barcos hacia América, desde varios puertos españoles, rompiéndose con esta medida el monopolio que habían tenido, primero Sevilla y luego Cádiz. En 1778, el rey Carlos III decretó el libre comercio en sus dominios territoriales. El establecimiento de esta medida tuvo por objetivo fortalecer y mejorar las relaciones de intercambio comercial con las colonias, ya que las antiguas medidas económicas, no habían tenido resultados positivos para el gobierno español.
Como consecuencia de esta nueva política económica, se habilitaron otros puertos españoles para el intercambio comercial con las colonias americanas, lo que aumentó, casi diez veces, la llegada de embarcaciones mercantiles a América.
Las nuevas facilidades otorgadas al comercio significaron para América la llegada de gran cantidad de artículos que, hasta entonces, habían sido casi imposibles de obtener y comprar. La oferta creció considerablemente mientras la demanda, progresivamente disminuyó, provocando la saturación del mercado.
En el caso de Chile, a los puertos de Valparaíso y Concepción les fue permitido mandar buques directamente a puertos españoles.
Aparte de estas reformas económicas, Carlos III también hizo cambios de carácter político, los cuales repercutieron en la organización administrativa y en el control de las nuevas autoridades. En lo que se refiere a los gobernadores, llamados también capitanes generales en las regiones de mayor belicosidad indígena, se estableció un sistema de promociones para designar a aquellos funcionarios que habían hecho su carrera administrativa en América y, por ello, podían conocer mejor las necesidades de los diferentes territorios.
En 1776 se dictó la Instrucción de Regentes, que creó en la Real Audiencia este cargo. Dicho puesto debía ser servido por un letrado, al cual le correspondía en adelante presidir con voz y voto el tribunal, instituyendo asimismo un fiscal de crimen. El papel del gobernador quedó por tanto reducido a un mero rol simbólico de presidente de la Audiencia.
También bajo el reinado de Carlos III, esta reforma implicó que los gobernadores coloniales fuesen substituidos por intendentes-gobernadores, sometidos en parte a la autoridad del virrey y a la del intendente general. Este nuevo sistema contribuyó a un mejor ordenamiento de las funciones de los antiguos gobernadores, pero también desplazó a los criollos de los puestos directivos más importantes, los que fueron reemplazados por funcionarios peninsulares (españoles).
AUGE Y CAIDA DEL IMPERIO ESPAÑOL - WILLIAM MALTBY . España rigió los destinos de uno de los primeros y, en ciertos sentidos, el mayor de los imperios europeos. Sus posesiones, que se extendían desde Italia y los Países Bajos hasta el Perú y las Filipinas, generaron un caudal de oro y plata que convirtió a España en la principal potencia militar de la época. La influencia del Imperio Hispánico en la historia europea fue incalculable y determinante su influencia en América. Durante los tres siglos de existencia de su Imperio, España impuso su lengua, su fe y muchos rasgos de su cultura a gran parte del Nuevo Mundo. Los muertos se contaron por millones y antiguos imperios fueron destruidos, pero hoy en día más de 300 millones de personas hablan castellano y la fusión de rasgos españoles e indígenas ha creado una cultura vibrante y en expansión. El autor describe el ascenso y caída de este Imperio español haciendo especial hincapié en su economía e instituciones, así como en los movimientos culturales e intelectuales que las conformaron. Conciso y ameno, Auge y caída del Imperio español introduce al gran público en uno de los episodios más importantes y espectaculares de la historia mundial.
Uno de los grandes misterios de todos los tiempos, sólo un poco menos oscuro que la infancia de Cristo, es la inapelable decadencia de España como potencia. La muerte de un imperio tiene lugar de formas muy distintas. Algunos, como el romano, arden lentamente y de sus cenizas nacen otras formas de estado con raíces culturales comunes. Otros sencillamente desaparecen de un plumazo. En este caso, unos pocos documentos burocráticos se bastan para desmontar el edificio imperial. Así por ejemplo, el Imperio británico, ese gigante ultramarino, se retiró en cuestión de medio siglo tras renunciar oficialmente a su despótico gobierno. Lo de España supera cualquier escala. La primera gran superpotencia mundial fue capaz de dilapidar todo su capital humano y sus recursos, transfigurándose en un melancólico fantasma. En el siglo XVI existían en Europa occidental cuatro grandes proyectos de nación: Inglaterra, Francia, el Sacro Imperio Germánico, embrión de Alemania, y España, que imponía su voluntad al resto con la diplomacia o con la espada. De esas cuatro potencias, tres de ellas han sabido preservar su poder y todavía son países respetados, miembros del escogido grupo de gobiernos que escriben las reglas internacionales. En cuanto a España, en menos de dos siglos había alcanzado el desprestigio más absoluto, en tres, el desprecio generalizado y en cuatro, ahora, en el presente, es objeto de una total indiferencia. Carecemos de cualquier peso político, nuestras ideas se desvanecen sin ser escuchadas y nuestro lugar en el mundo es tan intrascendente que los estudiantes del Imperio norteamericano nos sitúan al sur de México. Las razones de este fracaso son complejas. Habrá quien aluda a la imposibilidad de España para sumarse a la reforma protestante. Verdaderamente, es sospechoso que los países europeos más pobres y corruptos se concentren en la franja católica, mientras los más prósperos, al contrario, estén alumbrados por el ánimo emprendedor e inconformista que impuso el protestantismo (Francia, gracias a su situación céntrica, siempre ha sabido elegir lo mejor de cada opción). Otros pensarán en nuestras jerarquías, que frenaron cualquier tentativa de progreso mediante conspiraciones, levantamientos militares o guerras civiles. Aún así, la última razón de la decadencia permanece oculta y tal vez sea absurdo buscarla. Lo realmente importante es que las mismas actitudes que nos condujeron a ella siguen entre nosotros: el dominio de las fuerzas reaccionarias, un espíritu envidioso, que recela del talento y promociona la mediocridad, pues la mediocridad no ensombrece a los seres anodinos que toman las decisiones, una mentalidad pícara que valora la astucia por encima del sacrificio y, en fin, una enigmática falta de energía, triste huella de un legado que provocó pasividad y resignación. Todo eso y mucho más en una trayectoria histórica errática y desesperante, salpicada por cientos de derrotas, humillaciones y aventuras incoherentes, siempre en contra de nosotros mismos, como una persona que, deseando vivir, trata de suicidarse una y otra vez de las maneras más insospechadas e inverosímiles. CAIDA DEL IMPERIO ESPAÑOL - ESPAÑA UN PAÍS INVISIBLE / IVÁN MUÑÍZ - HISTORIADOR
http://www.lne.es/aviles/2013/01/12/caida-imperio-espanol/1352884.html ACIDA DEL IMPERIO ESPAÑOL - ESPAÑ UN PAÍS INVISIBLE - IVÁN MUÑÍZ .
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