La Penúltima Razzia en Centro de Atención Primaria
Creo que, a estas horas, muchos de ustedes lo habrán leído en la prensa. Si no, les dejo el enlace. Habla por si solo y no voy a remachar sobre eso. De cualquier modo, me puse a intentar contrastar la noticia por mis medios. Conozco a alguien en el centro y me dispuse a confirmar los detalles del asunto. La persona en cuestión estaba perfectamente enterada, a su pesar: fue una de las que sufrieron en carnes propias la agresión de la que hablamos. Y suma ya la tercera, en poco tiempo. Tengo, pues, una idea bastante aproximada de lo ocurrido. Y lo ocurrido se parece bastante a lo descrito por el ABC de Sevilla. Información rápida y veraz, todo hay que decirlo. Incluso se queda corta: añádele tiros al aire y un cadáver, y te sale una teleserie americana.
Subrayar varios elementos de los que tengo constancia. En primer lugar, la reacción inmediata del director del Centro pero, sobre todo, de la consejera, María José Sánchez Rubio: llamada personal a cada uno de los agredidos. Dando su móvil personal. Poniéndose a disposición. Miren, me lo enseñaron de chico: al César lo que es del César. Dije en el párrafo de arriba que mi contacto suma – con ésta – la tercera agresión. Pero es la primera llamada de apoyo que recibe de un alto responsable político. En alguna de las anteriores se encontró con un muro de cinismo, indiferencia e incredulidad. Es posible que, con el cambio en la consejería, hayan venido unos aires nuevos, necesarios. En lo personal – parece que se ve – y en la actitud hacia Atención Primaria – si aún no se ve, que se vea, por favor – (no trabajo en Atención Primaria, pero a todos los efectos de este post, como si lo hiciera; como si hubiera sufrido la agresión en carnes propias).
Sobre el tema, dos puntadas. Que a estas horas, el hecho sólo ha sido recogido por el ABC, como se ha descrito, por el Diario de Sevilla y por el Correo de Andalucía, así como por algunas plataformas web, que me conste. Corríjaseme más abajo, por favor, porque seguro que me equivoco. Echo de menos la visibilidad de la noticia en cierta prensa de gran difusión entre la ciudadanía.
Destáquese la gravedad del hecho, sin lanzar alarmismos sociales. La ciudad de Sevilla se desliza por una peligrosa pendiente de Bronxs, Harlems y Favelas - la sátira de "El Mundo es Nuestro" es mucho más seria y representativa de lo que se cree -. Fuera de lo sanitario, los luctuosos hechos de hace dos meses en las Tres Mil muestran la progresión de un clima insostenible. Atención Primaria y Urgencias es un buen fonendo para auscultar el mal social – y su peor desembocadura: la rabia -, sólo que del modo peor y contra los que nada pueden remediar. El ejercicio de la atención primaria y de urgencias viene siendo algo peligroso en la capital de Andalucía. “Los pacientes huyendo dentro del Centro… Corriendo… Escondiéndose… Otros alejándose del Centro, si les cogió cerca de la puerta…” Palabras todas de mi contacto, que no me invento ni una. Podría intentar transmitirles la voz entrecortada, pero no me sale. Imagínenselo. “No necesito psicólogos, María José – a la consejera -; lo que necesito es una pistola para venir a trabajar… Acaba con esto de una vez, por favor… Que esto se acabe; esto no es aquí o allí… Mañana puede pasar en cualquier sitio: aquí no está libre nadie…”
Me uno a su voz, señora consejera. Me uno a su voz, señor alcalde, señora delegada del gobierno en Andalucía, señora presidenta de la Comunidad Autónoma. Acaben con esto. La incuria de todos los poderes hacen imposible el cumplimiento de un precepto constitucional en lo que se va consagrando como áreas malditas: el Derecho a la Protección de la Salud del ciudadano. Porque en este estado de terror, es imposible el ejercicio de la medicina pública. Y porque, además, la cuestión no afecta sólo a la medicina, sino a otras esferas de lo público, como ustedes bien saben. Como también saben que las medidas punitivas no sirven ni servirán para corregir estas cosas. Porque el día a día del maestro o del médico, del enfermero o de tantos otros se ejerce bajo la intimidación o la violencia de baja intensidad, contra la que nada se puede. Que el resultado de las acciones penales en este contexto suele ser ninguno, porque esta gente suele ser insolvente y suele calcular los estragos para máximo terror, pero mínima factura. Si se desea devolver la ciudad al ciudadano y al imperio del Derecho, es preciso tomar una serie de medidas preventivas y trazar mapas de riesgo. Porque suelen ser los mismos y actuar en los mismos lugares. No es tan difícil ni cuesta tanto. Me pregunto si ustedes precisan un cadáver para actuar, o que le coja a un extranjero que lo saque en la BBC. Y entonces comenzarán a echarse la culpa los unos a los otros. Porque no es una cuestión puntual. Son demasiadas puntas para un iceberg demasiado grande que amenaza echar a pique todo un modo de convivencia.
ALGUNAS RESPUESTAS :
2-http://tontosantajusta.blogspot.com.es/2013/11/la-penultima-razzia-en-centro-de.html?showComment=1384339678652#c7740031535395308750