Álvarez Calero asegura en la revista universitaria Laboratorio de arte que cuando publicó la documentación de la obra, desaparecida desde mediados del siglo pasado, recibió la llamada de su dueño. Había comprado el óleo en una subasta en Los Ángeles por algo menos de 50.000 dólares.
"Llevaba años investigando la obra, una Virgen del Rosario de Murillo cuyo rastro desaparecía a mediados del siglo XX, y cuando publiqué la documentación me llamó ¡el dueño de la obra! diciendo que él la tenía" . ALBERTO ÁLVAREZ CALERO
"Hoy podemos afirmar con claridad que pertenece a él: sus rasgos son incontestables, todos los detalles coinciden y alberga hasta la firma, con un peculiar Me Fecit Murillo (del latín, Me hizo…) como únicamente presentan aquellos trabajos que verdaderamente realizó el pintor barroco" . ALBERTO ÁLVAREZ CALERO
La obra fue pintada en su periodo de juventud, entre los años que van de 1650 a 1655, y su primera ubicación fue el Convento Casa Grande del Carmen de Sevilla, que llegó a tener una inmensa riqueza patrimonial (con obras de Velázquez y Murillo). Dado el mal momento económico que atravesaba la corporación poco antes de que llegaran las tropas de Napoleón (1810), el deán de la Catedral, López Cepero, lo compró para, a su vez, ofrecérselo al cónsul inglés Julian Benjamin Williams, que residía en la calle Abades y llegó a tener 42 obras de Murillo. Este se deshizo de él -en los años 40 del siglo XIX- vendiéndoselo al diplomático inglés William Eden, cuyos herederos lo tuvieron durante décadas e incluso, al decir de Álvarez Calero, "lo exhibieron casi a la vera de Las lanzas de Velázquez en Londres en 1895 en una muestra de arte español". Sería finalmente Timothy Eden, sucesor del barón, el que a comienzos del siglo XX lo volviera a vender, yendo entonces a manos del popular director de orquesta José Iturbi, cuyos descendientes lo custodiaron hasta que una densa capa de olvido se extendió sobre la obra. "En 1913 fue la última vez que apareció en el catálogo de obras de Murillo y en los libros actuales no se habla de esta pieza", lamenta el investigador de la Hispalense. Sí que en cambio permanecen adjudicadas otras tres Vírgenes del Rosario. "Hay una que está en la colección del Museo del Prado de Madrid, otra se exhibe en el Museo Goya de Castres desde el año 1949, aunque pertenece al Louvre parisino, y una tercera, la más parecida a la reencontrada, se encuentra en el Palacio Pitti de Florencia". La cuarta Virgen, la que ha tenido el recorrido más sevillano de todas ellas, era justamente la que, por sus continuos avatares, "acabó desterrada". "Ahora podemos asegurar que este error histórico se ha resuelto"
"Mi idea es que esta recuperada Virgen del Rosario de Murillo pueda exhibirse en el Museo de Bellas Artes de Sevilla " . Su actual propietario aprece estar encantado con esta posibilidad . Pero el Museo de Belllas Artes de Sevilla , no parece estar interesado por el momento con la sugerencia de su adquisición como ha porpuesto el Prof. Álvarez Calero , por la situación de crisis y problemas presupuestarios .
Cuenta el profesor Álvarez Calero, que contactó con el Museo de Bellas Artes de Sevilla para ponerles en conocimiento del hallazgo y que se estudiara la posibilidad de su compra o al menos de su exposición en Sevilla. Pero, frente a la fortuna del hallazgo, la posibilidad de la adquisición no parece ni siquiera plantearse a causa de la situación económica de crisis de la que no se salva ninguna institución y en especial las de tipo cultural.