" El nombre de los idiotas está escrito en todas partes " Ésta cita tiene una curiosa anécdota. No la frase en sí, sino el modo en el que di con ella (más bien fue ella la que dio conmigo) Para recordarla debemos viajar atrás en el tiempo, retraernos hasta 1996 más o menos, año en el que un Javi quinceañero ingresaba en el instituto.
¡Y menudo Javi!: gordito, lleno de espinillas, y con el pelo largo peinado con la raya en medio, que me sentaba como a un santo un lanzagranadas. Doy gracias al cielo de que al menos tuve la suficiente sensatez de no dejarme fotografiar. A veces pienso que de existir las cámaras digitales y los móviles con cámara por aquel entonces, no me habría dado el sol para nada, porque no hubiese salido de casa ni para comprobar si llovía.
Pues ese engendro adolescente en el que me había convertido tenía varias feas costumbres. Una de ellas, que es la que ahora nos ocupa, consistía en ir escribiendo mi nombre por cualquier sitio en el que tuviera que permanecer quieto por más de cinco minutos. Daba igual si era sobre una mesa, una pared, el marco de una ventana, o el cuaderno de un compañero. Si un bolígrafo u otro instrumento que pintase caía en mis manos, mi autógrafo estaba a punto de aparecer.
Resulta que un día, el profesor de Historia (precisamente) al entrar en el aula se puso a leer un papel que había colgado en el tablón. Se ve que pronto se cansó de hacerlo, pero no por ello dejó de leer, ya que sus miopes ojos se fueron a posar sobre mi pintoresco apellido allí garabateado. Por aquellos entonces pensé que fue injusto que, de entre el maremagnum de nombres, frases, y demás tonterías que había escritas en aquel tablón de corcho, se fuera a fijar precisamente en mi firma.Pero así fue.
Sonrió malévolo, seguramente planeando la forma de escarmentarme. Esperó a que nos callásemos y sólo entonces, dijo en voz alta: "Javier, ¿por casualidad has pintado algo en el corcho de la entrada?" Debí palidecer de la impresión. "No", respondí. "Entonces debe de ser algún admirador tuyo, porque es tu apellido el que veo escrito desde aquí" replicó indicando hacia el susodicho tablón.
Tanto yo como el resto de mis compañeros miramos hacia donde su dedo señalaba, y sí, maldición, allí estaba. Lo había escrito tan grande que se podía leer desde cualquier punto de la clase. Posiblemente lo leyeran los vecinos del edificio de enfrente desde sus ventanas. Del blanco, pasé al colorado como por arte de magia, mientras mis compañeros se revolcaban por el suelo. "Tierra trágame".
Pero no me tragó. Me sostuvo firmemente, mientras mi profesor preparaba el toque de gracia. En un alarde de pedantería y pedagogía me preguntó: "¿Sabes qué decían los romanos en éstos casos?"
Mi respuesta fue el silencio, esperando que lo siguiente que dijera fuera algo no demasiado humillante. No más humillante de lo que aquella situación se estaba volviendo. Pero fue peor, ya que la respuesta es la dichosa frase de la que hoy hablamos: El nombre de los idiotas está escrito en todas partes.
En fin. Ése fue uno de mis capítulos más divertidos del instituto y del que aprendí muchísimo, puesto que hoy en día no escribo mi nombre si no es estrictamente necesario. Además, aquel profesor de nombre Juan Ocaña, terminó por convertirse en mi preferido, y el principal responsable de que yo estudiase lo que finalmente estudié (para bien o para mal)
¿Qué por qué he elegido esa cita como frase del mes? Pues para meterme con mis amigos los políticos, que en estos días inundarán nuestras calles con sus estúpidos nombres y sus aborrecibles caras. Pero ellos nunca aprederán.
JAVIER / JET LAG ( 6 - FEBRERO -2008 )
SE HACE SABER - BREIKIN NIUS No, no me gustan los graffitis. El 99,9% de estas supuestas obras de arte callejero son auténticas salvajadas que joden edificios, monumentos, obras públicas, trenes y vehículos de transporte público o lo que quede más a mano del gamberro de turno con un spray en la mano. Quizá los que más odio son aquellos que se realizan en furgonetas de color blanco por aquello de hacer una gracia. Maldita la gracia la que tiene que darle al descubrirlo al dueño de la furgo.También son auténticas tropelías esos graffitis cuyos perpetradores pintan con simples rayas y firmas personales todo aquello que pillan del mobliario urbano. Este grafiti tan anodino y asqueroso que ven aquí de color amarillo apareció una mañana en la cristalera de la puerta de acceio de un bar de copas de la calle Diego Niño, El Puerto de Santa María. Siendo gaditanos, los dueños del local se lo tomaron con cierta guasa. Ni corto ni perezosos dejaron sobre el grafiti un mensaje dirigido al autor de la deleznable pintura. Y eso sí que es una obra de arte, porque tiene ingenio y es innovador. Pasen, vean y lean.
Hay tontos - idiotas , que tontos - idiotas nacen - Hay tontos - idiotas , que tontos - idiotas son Hay tontos - idiotas , que tontos - idiotas hacen , A los que tontos - idiotas no son JIMM
1-http://jetlag-jmg.blogspot.com.es/2008/02/el-nombre-de-los-idiotas.html JET LAG - JAVIER -2008
2-http://breikinnius.blogspot.com.es/2014_04_01_archive.html SE HACE SABER - BREIKIN NIUS - SE HACE SABER - 2014
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