IGNACIO CAMACHO
Para exculparse como autores del fraude se retratan como políticos ignorantes e irresponsables. Puede tratarse de ambas cosas
EL mayor caso de corrupción institucional jamás registrado en España. Ni Roldán, ni Filesa, ni Gurtel, ni Pujol, ni siquiera el concienzudo saqueo de Marbella orquestado por la trama «Malaya». Por el volumen de los fondos manejados aunque no necesariamente sustraídos o desviados, por la continuidad en el tiempo y por la implicación de toda la estructura de un Gobierno autónomo, el fraude de los ERE y sus derivaciones en la formación para el empleo constituyen el grado paroxístico de la intensa malversación política, moral y financiera registrada en las casi cuatro décadas de democracia. La diferencia con todos los demás episodios conocidos hasta ahora consiste en que se trata de un sistema entero de poder al servicio de una gigantesca operación de birlibirloque de dineros públicos, diseñada desde la propia Administración y ejecutada durante una década con la naturalidad de un procedimiento de rutina.
Ésa es la conclusión esencial del larguísimo sumario instruido por la jueza Alaya, cuya investigación culmina en la pasarela de políticos que esta semana ha empezado a desfilar por el Tribunal Supremo.
Será este órgano judicial quien determine la atribución concreta y última de responsabilidades penales en la cúpula de la Junta de Andalucía, pero este turno de interrogatorios representa la depuración simbólica del más descomunal plan de estafa jamás urdido y desarrollado al amparo de las instituciones. Y las propias declaraciones exculpatorias de los imputados sí, ésa es la condición en la que comparecen los dos expresidentes y sus antiguos colaboradores aforados no hacen sino subrayar el carácter sistémico del fraude; al sacudirse la culpa descargando sus atribuciones sobre la abstracta organización administrativa admiten de hecho la existencia de un mecanismo engañoso perfectamente trabado dentro del Gobierno que dirigían o del que formaban parte.
Pero además, en su protesta de ignorancia Griñán et altri retratan en el mejor de los casos un inaceptable método de poder basado en la discrecionalidad, el descuido, la ausencia de control y el abandono de cualquier precaución de garantía. Si hay que creerlos, estamos ante un racimo de dirigentes públicos por completo despreocupados de revisar la adecuación a la ley de sus propias medidas: una asombrosa manera de gobernar cuyo único criterio parecía ser la confianza política. El exconsejero Viera ha llegado a afirmar que por su condición de maestro de escuela desconocía los pormenores elementales de sus obligaciones en el cargo, fenomenal autodefinición del principio de Peter elevado a la máxima potencia. Lo que vemos estos días en el Supremo es una demostración pavorosa de degradación democrática: o la autonomía andaluza estaba regida por un grupo de delincuentes políticos o por un manojo de incompetentes. Produce pavor la posibilidad de que no sean hipótesis incompatibles.
DOS PADRES DE LA PATRIA ANDALUZA EN EL SUPREMO IMPUTADOS ... GRIÑÁN & CHÁVES
SE PECA POR ACCIÓN U OMISIÓN....
¿ Cómo es posible que durante todos estos años ( 32 años de PSOE en Andalucía ) , los dos presidentes del Gobierno de la Junta de Andalucía , sus Consejeros , sus Directores Generales .... no tuvieran noticias , no supieran de la malversación y del latrocinio de los fondos públicos concedidos para política de empleo ? .... Se habla ya de cifras superiores a 3000 millones de euros .
¿ Qué no habrá debajo de las alfombras , dado que se han impedido todas las comisiones de investigación solicitadas por la oposición ? .
http://www.abc.es/historico-opinion/index.asp?ff=20150410&idn=162751335881 PASARELA SUPREMO - IGNACIO CAMACHO - ABC.es