Evangelio . Juan 3:16-18 16
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo
el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. 18
El que creee en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está
juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.
LA
SANTÍSIMA TRINIDAD .- San Agustín paseando por la playa, ve a un niño,
un ángel en figura de niño, que con una pequeña concha llenaba una y
otra vez un pocito, que había abierto en la arena. Agustín le preguntó
qué es lo que hacía. Contesta el niño que quiere secar el mar echando su
agua en aquel pocito. Pero eso es imposible –responde Agustín. Pues más
imposible es que tú te expliques cómo es la Trinidad –fue la respuesta
del ángel.
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