a.m. buscó entrevistarla para conocer su versión, pero ella se negó. Su caso fue reconstruido en base al expediente judicial.

De acuerdo con la averiguación previa 432/2005, Ofelia fue detenida el 22 de marzo de 2005 tras la localización de una bebé muerta, en el cerro El Zacatero, en la comunidad La Palmilla, al norte de San Miguel de Allende.

Actualmente está internada en el Cereso de Puentecillas, Guanajuato, donde ha permanecido desde hace 5 años.

Ella fue acusada de haber matado a su hija recién nacida.

UN FETO EN EL CERRO

Con base en el informe oficial, el 16 de marzo de 2005, la Policía Ministerial recibió el reporte de la localización de un “feto muerto” (sic) en el cerro, a través de una llamada telefónica.

El hallazgo fue hecho por un niño de 13 años, quien buscaba unas becerras que pastaban.

Un olor putrefacto llamó su atención. Entre las hierbas encontró un cuerpo pequeño.

“Se veía de meses, estaba muy chiquito, boca arriba y completamente morado, no se movía y no le vi ninguna lesión, pero por el olor y el color que tenía yo supuse que estaba muerto”, declaró ante el Ministerio Público.

El niño avisó a su papá el hallazgo y, éste a su vez, le informó al delegado de la comunidad quien fue por un médico del Centro de Salud.

Durante las primeras investigaciones, los ministeriales se entrevistaron con los vecinos para tratar de localizar a la mujer que había dado a luz.

Fue así que encontraron a Ofelia, de 34 años de edad, y a su hermana Guadalupe.

“Los vecinos más cercanos a éstas (a Ofelia y Guadalupe) nos refieren que son personas que no conviven con nadie, salen muy poco de su casa y muy poco se dejan ver, que visten ropa muy holgada y que no se dan cuenta si estaban embarazadas”, se cita en la foja 9 de la averiguación previa.

Ofelia vivía con su hija de dos años y su hermana Guadalupe en una casa en la comunidad La Palmillas.

El 22 de marzo de 2005 la detuvo la Policía Ministerial.

YA ESTABA MUERTA

Ofelia declaró ante el Ministerio Público que el 10 de marzo, por la mañana, salió rumbo al cerro El Zacatero en busca de rastrojo para las vacas.

En el trayecto, durante media hora, sintió dolores en su vientre. Sabía que estaba embarazada, pero no tuvo revisiones médicas y, por tanto, desconocía el tiempo de gestación.

“Una vez que nació la niña, yo jalé el cordón umbilical y se rompió. Donde me alivié dejé la niña que estaba muy chiquita y, la misma al momento de nacer, creo que ya estaba muerta”, cita en su declaración. “Esto lo digo porque la niña no lloró”.

Ofelia enterró la placenta en el corral de su casa. Posteriormente se enteró que el cuerpo había sido localizado y que la Policía estaba en su búsqueda.

El dictamen señala que la niña murió de hipotermia, que midió 52 centímetros, que pesó 2 kilogramos y que, según el análisis pulmonar, vivió alrededor de dos horas.

DESMIENTE EXPEDIENTE AL PROCURADOR

El único documento que establece que la niña pudo haber tenido 6 meses de gestación es en la pericial médica, firmada por los médicos legistas.

“Se encuentra una persona del sexo femenino, en cuarta etapa de su vida, con un bajo nivel escolar y refiriendo cuatro embarazos, sin ocupación, afirmando haber dado a luz 15 días antes de la realización del examen en el Centro de Salud, a un producto de 6 meses de gestación”, se cita en el apartado ginecológico y obstétrico.

Lo anterior contradice al procurador de Justicia, Carlos Zamarripa, quien aseguró: “todos (los productos de las presas por aborto) tuvieron entre 38 a 40 semanas de gestación”.

Y recalcó: “Falso que hayan sido prematuros (los bebés)”.

Además, el expediente de Ofelia contradice la versión del Procurador, quien sostuvo: “El (bebé) que menos pesó (de los casos de las mujeres presas) fue tres kilos, tres kilos es mucho”.

De acuerdo con la averiguación previa, el bebé prematuro de Ofelia pesó dos kilos.

SIN PRUEBAS DE ADN

A lo largo de la averiguación previa tampoco existe un apartado que ofrezca el resultado de la correspondencia genética de ADN entre Ofelia y la niña localizada muerta.

Las autoridades suponen que el bebé encontrado es de Ofelia, porque ella afirmó que tuvo el parto prematuro en el cerro.

“Teniendo así que de estos medios de prueba se demuestra el parentesco que por consanguinidad tenía la acusada con la menor”, señala la cuarta página de las conclusiones acusatorias, sin fundamentarla con una prueba de ADN.

El Procurador justificó la falta de prueba genética: “El tema de comprobación no era si (el bebé) era o no de ellas, salvo el caso de Yolanda (otra sentenciada), en los demás era muy claro que (el bebé) era de esas personas”.

Durante su declaración preparatoria, ante el juez penal, Ofelia ratificó su versión, pero señaló que la niña “estaba muerta cuando nació”.

TEME A LA GENTE

Verónica Cruz, directora del Centro “Las Libres”, dijo que Ofelia se ha negado a dar entrevistas por miedo.

“Ella no ha dado su testimonio porque ella dice que la gente es mala, es una mujer que tuvo violaciones reiteradas, de cuatro violaciones, cuatro hijos, y por eso ella dice que toda la gente es mal”.

A raíz de esas violaciones, Ofelia quedó embarazada cuatro veces. Dos de sus hijos los dio en adopción porque no tenía medios para mantenerlos.

Sólo se quedó con una niña, quien vivía con ella hasta el día que la detuvieron.