Como a GBN le molestan tanto las parabolas le voy a recetar varias.
En aquellos días visitaba yo la ciudad de México, eran tiempos de gran tribulación por aquello de que Herodes Calderón había liquidado a los santos varones de LyFC un profeta clamaba en el desierto del metro, se le reconocía por sus pantalones de mezclilla14 su camisa sudada después de recorrer interminablemente vagón tras vagón pregonando la palabra 15 -- Para que nadie le cuente, para que comprenda más allá de las noticias, para que sepa la verdad verdadera de la liquidación de luz y fuerza; de como una camarilla de ojetes del gobierno tratan de estafar... --- mientras aquel profeta se desgañita ofreciendo un cd que por diez pesos me explicará el despojo a la nación cuasi equivalente a la venta de Texas yo trato de concentrarme en la lectura de una novela barata de esas de Ritos y hechizos de amor en la cual gaste los diez pesos que necesita el profeta para enseñarme la palabra.
El profeta se molesta nadie le hace caso es mediodía en en la linea azul del metro a pocas estaciones de llegar a la Tasqueña, el Profeta vuelve a gritar enfrente de mi --quizas olio mi origen falanjo-sinarquista --- ¡Para que se entere del despojo a la nación! de como ibamos a tener internet más barato para todos para que... ---- trato de ignorarlo y regresar a mi lectura. Él insiste --- Para que la verdad no sea manípulada por televisa... --- su voz se pierde en el tunel de Zocalo - San Antonio.
Me mira, ya con odio, de todos los pasajeros he sido el único en mirarle con interes, con aburrimiento y con fastidio ( en esas tres formas consecutivas) Hace su último intento: ¡Si no me creen, veanlo gratis, para que no se enteren en periodicos baratos - el anciano a mi lado lee El Gráfico,--- ¡En novelas baratas! --- soy yo el aludido--- o por Televisa.
Hemos llegado a San Antonio, nos mira con desprecio y baja del metro...
¡¡¡El que tenga oídos que oiga y el que tiene orejas que se las lave!!!!!
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