La secretaria general perredista, Dolores Padierna, pidió a los secretarios de Hacienda, Ernesto Cordero, y de Educación, Alonso Lujambio, e incluso al jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, que decidan entre su aspiración presidencial o el cargo público, y en todo caso renuncien para dedicarse a buscar la candidatura.
“Yo creo que Cordero, Lujambio y otros tienen que ser denunciados, ya sea para que se dediquen a su función al cien por ciento o bien, renuncien y se dediquen a hacer proselitismo, que eso también es válido”, planteó.
Tras el activismo desatado hacia el 2012 expuso que la ciudadanía se merece que “al mil por ciento estén entregados a su actividad de servicio a la gente y si solamente están pensando en su campaña (…) tenemos gobernantes que están haciendo muchas otras cosas como el proselitismo, menos atender sus obligaciones”.
—¿Y Marcelo Ebrard?—se le preguntó.
—Pues también. Los que tengan aspiraciones de ser candidatos y estén en funciones públicas deben renunciar a sus cargos, solamente podrán hacer campañas los que hayan renunciado o no tengan función pública. No pueden atender a dos amos porque con alguno se queda mal y casi siempre, se queda mal con la gente.
Dijo que lo que “no se vale en funciones (es) hacer proselitismo, mucho menos, auto proselitismo usando recursos públicos”, dijo.
El jefe de Gobierno ha expresado desde 2008 su interés en la postulación, a favor de la cual trabaja desde septiembre, integrada por algunos de sus más cercanos colaboradores, la Fundación Equidad y Progreso, que prevé elaborar una propuesta de cambio para el país, y conformar una estructura nacional.
Ebrard ya consiguió el apoyo de las corrientes perredistas Alternativa Democrática Nacional (ADN) y Nueva Izquierda (NI). Esta última recién lo ungió como su favorito en su reunión nacional del 11 de junio y planea oficializarlo como su precandidato a fines del mes próximo.
Padierna refrendó que el abanderado debe ser Andrés Manuel López Obrador y por eso impedirán dados cargados a favor de Ebrard, “ya tenemos una operación para evitarlo”. Y agregó: “Yo veo que en el aparato del partido quieren forzarlo y quieren cargar los dados a favor de Ebrard. No el presidente nacional (Jesús Zambrano), porque él en su discurso no lo haría, pero sí da las instrucciones los presidentes estatales”, concluyó.
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