La jueza apela a la ausencia de una ley contra el aborto en Canadá
En libertad una mujer canadiense que estranguló a su hijo recién nacido «Una jueza de Alberta ha dejado que una mujer que
estranguló a su hijo recién nacido salga libre, afirmando que la
ausencia de una ley contra el aborto en Canadá señala que los
canadienses `simpatizan´ con la madre». Se da la circunstancia de que la
madre no tendrá que ir a la cárcel por matar al niño, pero
probablemente tendrá que cumplir entre diez y dieciséis días de prisión
por haber tirado su cadáver al jardín de un vecino. En la sentencia la
jueza asegura que aunque los canadienses sienten pena por los niños
asesinados al nacer, también la sienten por sus madres.
14/09/11 6:45 AM |
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(
LSN/InfoCatólica) Katrina Effert de Wetaskiwin,
Alberta, dio a luz secretamente en el baño de la casa de sus padres el
13 de abril del 2005. A continuación
estranguló con sus propias manos a su hijo y tiró su cuerpo al otro lado de una cerca. Por entonces tenía 19 años de edad.
Dos juzgados la encontraron
culpable de un delito de asesinato en segundo grado,
pero en ambas ocasiones los juicios fueron declarados nulos por la
corte de apelaciones. En mayo, la corte de apelación de Alberta
cambió el cargo de asesinato por el de infanticidio, que tiene una pena menor
El pasado viernes, la asesina consiguió de la jueza Justice Veit una condena de tres años de cárcel "suspendida", por lo cual
pudo salir por su propio pie de la corte, aunque tendrá que cumplir ciertas condiciones.
La jueza Veit aseguró en su sentencia que
la falta de una ley del aborto en Canadá implica que "mientras que muchos canadienses ven el aborto
con la solución menos ideal para la práctica del sexo sin protección y
para los embarazos no deseados,
por lo general entienden, aceptan y simpatizan con las dificultades que el embarazo y el parto causan a las madres, sobre todo si no tienen apoyo".
“Naturalmente
los canadienses sienten pena por la muerte de los niños, especialmente si es a manos de sus madres, pero
también sienten pena por la propia madre".
La ley penal de Canadá dictamina que una mujer que no se ha recuperado de los efectos de un parto puede ser acusada del
cargo menor de infanticidio, que conlleva una pena de cinco años. Pero para ello debe
dictaminarse que no estaba en pleno uso de sus facultades mentales.
Sin embargo, en el caso de Katrinna Effert la evidencia mostró que
sabía muy bien lo que hacía ya que había preparado con anterioridad el asesinato de su hijo. De
hecho, se supo que había intentado deshacerse de él durante el embarazo
abusando del alcohol.