"Iré a verte al pueblo, y te daré todo lo que no pude darte
y siempre te merecíste".
Estas palabras quedaron gravadas en la mente de Luís...
se le habian gravado tambien en su corazon,
desde aquel mes de Julio de 1960...cuando Catalina,
su Catalina le había mandado una carta desde Alemania,
donde tuvo que írse a trabajar, por los pocos recursos que habia en el pueblo...
y mucho menos en la ciudad.
Ahora Luís, a sus 70 años,
dedicado toda su vida a esquilador de ovejas...y al campo. La profesion de esquilador tenía una gran tradición en su pueblo..
.era una de las profesiones mas importantes de una época..
en que la ganadería era la principal fuente de trabajo.
Pero a Catalina eso no le bastó...ella quería llegar más alto,
y despues de pasar toda su juventud con Luís y parte de su niñez....
decidió irse, con tan solo 18 años, a servir a casa de una familia muy rica.
A los tres meses le llegó esa carta a Luís en la que le decía
, que volvería al pueblo y le daría lo que se merecía.
Pero tristemente Luís esperó en vano.
No volvió a saber nunca mas de ella.
Se pasó toda su vida esperando algo que jamás llegó...
.inmerso en sus recuerdos. Recuerdos de aquellas fiestas del pueblo,
cuando se agarraban a escondidas de la mano, y se escapaban al río...
para que nadie fuera testigo de su amor...de sus caricias y sus miradas.
Recuerdos del baile en la Era...que era un acontecimiento para el pueblo.
Recuerdos de lo guapa que estaba con ese vestido nuevo.
Recuerdos de su cara, su piel...su sonrisa.
Su vida se la pasó trabajando y recordando.
Una mañana se levantó para írse al campo y al cruzar la plaza..
.vió algo que le inquietó.
Un coche de fuera.Eso en los pueblos pequeños se tiene muy en cuenta.
Son los forasteros.
Se quedó disimulando haciendose el remolon con el tractor
, esperando a ver quien salía del coche.
Su corazón le dió un vuelco cuando la vió salír a ella.
Apesar de los años, sus ojos...sus gestos, seguían intactos.
Su pelo se había tornado grís.
Su cuerpo tenía redondezes, pero era ella.
Catalina...su niña...su amor.
Luís no pudo más, y se acercó.
A pesar de que íba acompañada por un hombre maduro.
Los ojos de ella al verle se agrietaron...
se volvieron vidriosos, y se llenaron de recuerdos.
y no pudo más que decír...lo siento.
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