Cuantas veces comienzo a escribirte, , quiero decirte tanto y tú en espera de palabras observas pensativa como la lluvia moja el camino.
Desde tu ventana has visto la misma Luna, entre luceros pasa como una novia enamorada después de unos besos y una rosa.
La misma Luna ilumina mi cielo, los mismos luceros como guardianes fieles de "La Dama de la Noche" me ven cruzar el puente como a eso de las diez, cuando pensando en ti regreso a casa, lugar donde solo hay silencio, silencio que dejo de escuchar cuando digo tu nombre.
Te hablo aunque parezca una locura, te hablo mientras tú sonríes desde la mesita de noche donde puse con un lindo marco la foto que me diste antes de partir, reflejo tan hermoso de tus ojos que me miran cuando abro los míos a la luz de un nuevo día.
"No desesperes" - Me digo. Tú, amor mío estás a la distancia de unos soles y unas tardes vestidas de invierno. Pronto no seré para ti recuerdos, ni una voz al otro lado del teléfono. Pronto lo sé, seremos siluetas jugando en las olas, como chiquillos que no piensan que hay otoños que vendrán, ni aves que emigran.
Estaremos sí como antes, leyendo yo tus versos, leyendo tú mis versos, no separados por miles de kilómetros de un mar que trae consigo momentos vividos del ayer, como aquella vez que frente a su inmensidad me mirabas, mientras yo dichoso de estar así como en éxtasis ante la presencia de un sueño que se cumple, buscaba en mi alma frases que pudieran expresar que eres tú quien mi corazón llama, tú a quien deseaba en las noches largas cuando el frío acompañaba mi espacio, tú con sonrisa dulce y mirada serena.
Sabes, he visto sin querer todo aquello que el mundo ofrece, en mi viajar he descubierto lo que nos enseñan en libros, lo que dicen los poetas del egoísmo y la maldad, de la crueldad entre humanos que nacieron para ser hermanos, una familia unida por el amor y la bondad.
No sé que decir a veces, pero comprendo que un hombre solo por más que lo quiera no puede cambiar el curso de las cosas, por eso me refugio en este amor que nos une, que nos llena y más que todo espero en las promesas del Todopoderoso que promete un futuro de paz.
No te olvido amor, es imposible olvidarte, estás en el aire que respiro, en las horas que pasan, en la vida misma que sin ti sería un viaje sin sentido hacia un lugar perdido en el tiempo.
Eres tú quien da esencia a mí existir, sencillamente tú.
Quien desea estar ahora y siempre contigo: TU NIÑO...
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