Rosa de siempre
Tú de verdad y para ti mi vida, Rosa de siempre lo mortal te sabe de memoria y amor. ¿Qué en ti no cabe? Mi verso para ti. Tú, su medida.
Pedazo de mi tiempo, de mi herida, me llevas y te llevo, mar y nave, ¡oh, Rosa, ¿qué hará el labio que te alabe mas que alabarte? Lo fugaz se olvida.
Pero nunca la luz. El viejo río seguirá su camino al mar, la nada. Por los aires de Dios la primavera
seguirá proclamando el poderío de lo que pasa. Oh, Rosa condenada por dentro a florecer, morir por fuera.
JOSE A. MUÑOZ ROJAS
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