Masa:
30 g. de levadura
½ lata de leche condensada
1 huevo
300 g. de harina común 0000
50 g. de manteca derretida
Ralladura de cáscara de limón
1 cucharadita de esencia de vainilla
Crema pastelera:
2 yemas
½ lata de leche condensada
2 cucharadas de fécula de maíz
200 cc. de agua
1 chorrito de esencia de vainilla
Varios:
1 huevo
Azúcar molida
Nueces o almendras picadas
Masa: Disolver la levadura en agua tibia con una pizca de azúcar. Agregar la leche condensada, el huevo, la manteca, la ralladura de limón y la esencia de vainilla. Batir durante 5 minutos. Agregar la harina y formar la masa. Trabajarla con los dedos amasando el bollo. Dejar descansar la preparación en un bol, tapando la superficie con un nylon, durante 1 hora en lugar cálido. Pasado este tiempo, tomar la masa y ahuecar el centro con la mano, colocar en el centro un cortante redondo enmantecado y enharinado y dejar levar durante 2 horas más en una placa enmantecada y enharinada.
Crema pastelera: Mezclar las yemas con la leche condensada, la fécula de maíz y el agua. Llevar al fuego lento revolviendo continuamente. Cuando comience a hervir revolver más rápidamente y apagar el fuego. Seguir revolviendo hasta que la preparación se enfríe y agregar la esencia de vainilla, mezclar y distribuir la crema sobre la rosca. Pintar la masa y la crema pastelera con el huevo batido, espolvorear con azúcar molida y las almendras o nueces y llevar a horno moderado durante 30 minutos.
Hay quienes les colocan pequeños huevitos de chocolate o mazapán arriba, o huevos duros.