.Las hadas son creadoras y creativas,
tienen algo de alquimistas del alma y les fascina la belleza
que envuelve todo en la naturaleza
. Es así que elaboran esencias aromáticas en sus alambiques mágicos,
y luego las esparcen por el mundo.
Las hadas de las flores son pequeñas, a veces se las confunde con mariposas.
Se relacionan principalmente con la juventud eterna,
con el arquetipo del puer o la puella, los niños,
su risa y alegría, la fugacidad, la sensibilidad y el lirismo.
El mundo de las flores está directamente relacionado con la vibración etérea
de las hadas en ese espacio energético sutil
que llamamos luz y penetra nuestros sentidos a través del aroma
y el color.
Por ello es seguro que habrá hadas en jardines con romero y eneldo.
Las hadas viven y duermen, se visten y actúan
según la flor que han elegido y crecen según ésta crece.
Son tanto sus jardineras como su espíritu y se encargan de dar agua,
luz, cuidar de sus pétalos, hojas y tallos,
manteniéndolas sanas y fuertes. Cada flor tiene una canción especial que el hada
canta para mantener viva y fuerte a su flor.
Es parte de las vibraciones amorosas que animan a la planta a crecer.
Se dice que para ver a las hadas se debe comer en primavera un manojo de prímulas,
que son flores que hacen visible lo invisible.
Es posible incluso que se pueda hallar el camino de las hadas
y hallar los tesoros que ellas guardan.
Como a la mayoría de las hadas, les encanta la música y la danza
y por ello hacen muchas fiestas y bailes.
Su festividad principal es la víspera del Solsticio de Verano
, cuando a la media noche sacan sus mayores galas y bailan hasta el amanecer.
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