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Respuesta  Mensaje 1 de 19 en el tema 
De: SALVA  (Mensaje original) Enviado: 20/05/2010 15:57
ESTA NOTICIA LA RECIBI EN OTRO GRUPO ENVIADA POR NORMIS

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 




Primer  Anterior  5 a 19 de 19  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 5 de 19 en el tema 
De: SALVA Enviado: 20/05/2010 15:59

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 




Respuesta  Mensaje 6 de 19 en el tema 
De: Salamandra Enviado: 20/05/2010 16:11

Gracias SALVA.... Por hacernos participes de la situacion de esta madre que debe estar angustiada por la operacion de su hijo.Y que atraves de esta oracion, se que a Dios, le llegara nuestras suplicas, y el corazon de ambos de esperanza y fe  fuerza y fortaleza llenara....Porque quien como Dios?....

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 



Respuesta  Mensaje 7 de 19 en el tema 
De: luna Enviado: 20/05/2010 16:29

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos

para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra

 que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas,

 mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión,

 nunca dejaré de amarte,

adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío

 de perfecta adoración

y sumisión a lo que decrete tu Corazón

 misericordioso.

 Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 


Respuesta  Mensaje 8 de 19 en el tema 
De: SALVA Enviado: 21/05/2010 18:54
Enviado: 20/05/2010 09:29

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos

para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra

 que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas,

 mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión,

 nunca dejaré de amarte,

adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío

 de perfecta adoración

y sumisión a lo que decrete tu Corazón

 misericordioso.

 Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 



Respuesta  Mensaje 9 de 19 en el tema 
De: BISCUIT Enviado: 22/05/2010 13:56
GRACIAS POR LAS ORACIONES ,SEGUMOS ESPERANDO HASTA EL MIERCOLES A LA TARDE QUE LO OPERARAN...ESTA EN CMA CON ANALGESICOS Y DIETA...
SEGUIREMOS ORANDO

Respuesta  Mensaje 10 de 19 en el tema 
De: Salamandra Enviado: 22/05/2010 15:12

Biscuit, te fe, vera que todo saldra exitosamente, ahora tu hijo tiene que tener una dieta, para poderle operar mas satisfactoriamente, pero veras que todo quedara como un mal momento, pero que a la vez, de una u otra manera, nos ha hecho acercarnos mas a Dios por medio de las oraciones y a ti, pese a la distancia estamos contigo.....Besitos desde................

Meliza*...


Respuesta  Mensaje 11 de 19 en el tema 
De: UTOPIA Enviado: 22/05/2010 20:46
Enviado: 20/05/2010 09:29

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos

para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra

 que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas,

 mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión,

 nunca dejaré de amarte,

adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío

 de perfecta adoración

y sumisión a lo que decrete tu Corazón

 misericordioso.

 Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 


Respuesta  Mensaje 12 de 19 en el tema 
De: luna Enviado: 23/05/2010 10:10
 

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos

para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra

 que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas,

 mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión,

 nunca dejaré de amarte,

adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío

 de perfecta adoración

y sumisión a lo que decrete tu Corazón

 misericordioso.

 Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 


Respuesta  Mensaje 13 de 19 en el tema 
De: BISCUIT Enviado: 23/05/2010 20:04
 
GRACIAS POR LAS ORACIONES ,SEGUMOS ESPERANDO HASTA EL MIERCOLES A LA TARDE QUE LO OPERARAN...ESTA EN CMA CON ANALGESICOS Y DIETA...
SEGUIREMOS ORANDO

Respuesta  Mensaje 14 de 19 en el tema 
De: SALVA Enviado: 23/05/2010 22:47
Enviado: 20/05/2010 09:29

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos

para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra

 que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas,

 mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión,

 nunca dejaré de amarte,

adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío

 de perfecta adoración

y sumisión a lo que decrete tu Corazón

 misericordioso.

 Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 



Respuesta  Mensaje 15 de 19 en el tema 
De: KARITZA Enviado: 23/05/2010 22:55

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos

para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra

 que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas,

 mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión,

 nunca dejaré de amarte,

adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío

 de perfecta adoración

y sumisión a lo que decrete tu Corazón

 misericordioso.

 Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 


Respuesta  Mensaje 16 de 19 en el tema 
De: luna Enviado: 24/05/2010 13:38

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 


Respuesta  Mensaje 17 de 19 en el tema 
De: luna Enviado: 25/05/2010 20:55

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 


Respuesta  Mensaje 18 de 19 en el tema 
De: SALVA Enviado: 25/05/2010 23:10
Enviado: 25/05/2010 13:55

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 



Respuesta  Mensaje 19 de 19 en el tema 
De: luna Enviado: 26/05/2010 18:19

 

 

Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
 llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
 y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».
 Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia.
 Tus palabras me infunden confianza,
 sobre todo ahora que necesito
 que me hagas un favor:
POR EL HIJO DE BISCUIT
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
 cuyo Corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas
 de la clemencia y generosidad divinas?
 ¿A dónde he de llamar sino a la puerta
 de ese Corazón Sagrado,
 a través del cual Dios viene a nosotros,
y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús,
 porque en Ti encontramos consuelo,
 cuando afligidos
 y perseguidos pedimos protección;
cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda;
 cuando la angustia, la enfermedad,
la pobreza o el fracaso nos impulsan
 a buscar una fuerza superior
a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes
concederme la gracia que imploro,
 porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
 un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno
de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado;
de la confianza con que oraron
 las hermanas de Lázaro, los leprosos,
los ciegos, los paralíticos
que se acercaban a Ti porque sabían
 que tus oídos y tu Corazón
estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
 sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
 sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma;

y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera,

 desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
 

 



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