Meditemos en la Palabra de Dios; es la respiración ideal para oxigenar la vida espiritual.
El que anda con Dios jamás llegará tarde para participar de los alimentos espirituales
porque las horas fijadas son citas que los hijos tienen con su Creador y Señor.
Su ley no atenúa ni elimina nuestra libertad, al contrario, la garantiza y la
promueve. EL nos perdona los errores del pasado, se interesa por el presente al
caminar con nosotros y se preocupa por el futuro, al prometernos la vida eterna.
Que sus grandes bendiciones los cobije durante todo este fin de semana.
Irmelena...