-Bañémonos en el mar.
Entonces se desnudaron, y nadaron en el agua.
Instantes más tarde la Fealdad volvió a la costa
y se vistió con las ropas de Belleza, y luego partió.
La belleza también salió del mar,
pero no halló sus vestiduras,
y como era demasiado tímida para estar desnuda,
así que se vistió con la ropa de fealdad.
Y la Belleza también siguió su camino.
Y hasta hoy día,
hombres y mujeres confunden la una con la otra.
Sin embargo, ...
hay algunos que contemplan el rostro de la Belleza
y la reconocen aunque no lleve sus vestiduras.
Y algunos otros que conocen el rostro de Fealdad,
y sus falsas ropas no les engañan.
Khalil Gibran