Con qué gallarda pulcritud asoma tu medieval silueta a la pradera. Rumbo a los cielos, cual astral paloma, ascendiéndote vas por la ladera.
Tus Picos alzan sus ciclópeas cimas -tus milenarias piedras circundando- llenándote, lumínicos, de rimas bucólicas que el aire va trovando.
Rezumando siglos, tus morunas calles -laberintos de cal sobre los valles más bellos de tu ingente Serranía-
atónitos me dejan los sentidos, que por tus gratos seculares nidos galopa mi ardorosa fantasía.
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