Mi Gente Bella.
La envidia es un sentimiento de frustración
insoportable ante algún bien de otra persona.
es un fenómeno muy común que hace sufrir
enormemente a muchas personas,
tanto a los propios envidiosos como a
sus víctimas.
La envidia es, en otras palabras, la rabia
vengadora del impotente. Por eso la envidia
es una defensa típica de las personas más
débiles, acomplejadas y fracasadas.
Las formas de expresión de la envidia son:
la críticas, la dominación, el rechazo, la
difamación, la rivalidad y la venganza.
Cuanto más débil, insatisfecha o narcisista
es una persona, tanto más envidiará a la
gente que posea lo que a ella le falta.
La envidia sólo se cura concientizandose y
resolviendo las propias carencias y facultades,
a través de un proceso de crecimiento
emocional.
La persona madura no envidia a nadie.
La base de la envidia es la comparación.
Si fuéramos capaces de aceptarnos a nosotros
mismos tal y como somos, no necesitariamos
comparanos con los demás.
El problema es que cuando nos comparamos
lo único que conseguimos es mantener la
mirada devalorizadora sobre nosotros mismos.
Nuestro vacio interior nunca se va a llenar con
las virtudes que tanto valoramos en los demás.
Debemos aceptar nuestras limitaciones para
desarrollar nuestras propias capacidades
y recursos.
Para ello se requiere de un largo y bonito
reencuentro con lo que somos realmente.
Tenemos que ser capaces de valorarnos,
de compartir en lugar de comparar y de
enriquecernos mutuamente en lugar de
continuar paralizados por la insoportable
envidia.
Buen dia.
Irmelena...
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