De improviso vendrás
No llegaras cuando te esté esperando. De improviso vendrás oculta en la neblina del camino, y golpearás mi cuerpo para marcar el fin de mi destino.
Para entonces, absorta, sin poder retener el aire frío, esperaré paciente que los pájaros saturen la mañana con sus trinos.
De soledad el alma lacerada percibirá un alivio. Tal vez alcance a ver el sol y me ciegue su brillo.
A/D
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