Noche serena
Cuando contemplo el cielo de innumerables luces adornado, y miro hacia el suelo, de noche rodeado, en sueño y en olvido sepultado, 5
el amor y la pena despiertan en mi pecho un ansia ardiente; despiden larga vena los ojos hechos fuente; la lengua dice al fin con voz doliente: 10
«Morada de grandeza, templo de claridad y de hermosura: mi alma que a tu alteza nació, ¿qué desventura la tiene en esta cárcel, baja, oscura?
FRAY LUIS DE LEON
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