Al entregarte mi amor no pretendí ser tu amante.
Ni pretendí me juraras amores interminables...
No te exigí que siguieras la ruta de mi destino.
Eras libre de escoger: tu camino o mi camino.
Mi pretensión fue querer que compartieras mi vida
y que pudiera tenerte como una llama encendida...
Nunca quise pretender que fueras tan solo mía.
Solo quise que...algún día tu pudieras comprender,
que si te quise querer y llevarte en mis sentidos,
como lleva el agua un río que corriendo va hacia el mar,...
fue porque te supe amar. Aunque mucho te he querido,
debes saber que el olvido de un amor incomprendido,
puede, de pronto, llegar... No pretendí ser tu amante.
Por eso basto un instante para dejarte de amar...
Oscar Jiménez Efrez
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