Que dios bendiga…
Posé mi mirada en la tuya, medusa te hubiese envidiado Por ese poder que otorgué al brillar de tus ojos… esos que Me brindaron fugaces instantes de paz… si Preguntaras en que momento fui capaz de olvidarme de mí No sabría responderte.
Transformaste mis alegrías en tristezas, Mis sonrisas en cenizas, Te concedí el poder de dominar mis Sentimientos, mis amistades, mis emociones, ¡Mi vida!
Creí amarte, quería ayudarte a superar tus fracasos, Tus penas, tus frustraciones y tristezas… y en mi afán de Despertarte, dejé dormir mi autoestima.
Esos sueños egoístas y soberbios se durmieron este día, y No sabes que tan grande es mi gozo de volver a ver a mi, aún adormilada Pero ya despierta autoestima.
Que Dios te de vida, bendiga tu camino y tu mente bravía, Que Dios bendiga tus manos por cada golpe… Cada herida que en su tiempo a mí Me parecían caricias, que Dios bendiga tu boca que tan solo insultaba Y maldecía, que a mí me parecían canciones… Que Dios bendiga tu machismo, Que Dios bendiga tu ignorancia, que Dios bendiga cada uno De tus días… Que a mí me ha bendecido ya… apartándome de ti, enseñándome a amar nuevamente mis errores, frustraciones, caídas y lo más simple… ¡Mi vida!
De la red.
Esto
es para las personas que confundimos alguna vez el amor,
los impulsos
nos llevan a elegir a la persona equivocada
y a tomar decisiones erradas
que pueden incluso destruir parte de lo que somos,
sin embargo nuestra
propia esencia permanece... y algún día nos despierta.
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