El Cuento de Pascualino .......
El Cuento de Pascualino
Hubo una vez un
pequeño ratón que, escondido entre las tejas de una humilde iglesia de
país, un verdadero fiel de Jesús se sintió, fiel discípulo de este pobre
hombre colgado, que fue un buen trozo de madera que carcomer a pesar de
todo. Y se jactó con los otros pequeños ratónes de los techos cercanos de
ser lo único a tener una verdadera cultura religiosa. Ciertamente, hubo
quien fue muy más competente en decoraciones de escritorio o quién conoció
todas las fases de la cosecha del trigo o quién echa el ancla supo
intuirlos la perfecta crianza del queso local pero, sólo él, el
Rotarymouse, fue competente en la disciplina más alta: Dios. Siendo el
domingo de Pascua, Rotarymouse decidió vestir el pequeño vestido más
elegante, peinado por la ocasión con la cáscara mejor de un exquisito
queso ahumado, cuyo de veras color se acordó con el acontecimiento. Por
fin sus orejas oyeron al sacerdote proclamar el evangelio: el episodio que
Giovanni cuenta desaparición del cadáver de Jesús del sepulcro. ¿Qué
historia fascinadora, pensó Rotarymouse, de veras intrigante... pero dónde
pudo estar acabado? De cierto tampoco el mejor y el más palestrato de los
ratones habría podido carcomerlo todo.... Usted Maddalena, la que le
estuvo siempre detrás, se percató que el sepulcro fue abierto y carreras a
avisar otros dos, Pietro y Giovanni, que se precipitaron a ver. Antes lo
traicionan y luego lo buscan, pensó el pequeno raton aspirante
teólogo, sin embargo recuerdo que hubo otro que las venganzas por pocos
danari alguno domingo hace?! Tal vez, de alguno fue un hombre desdichado,
pero extraño.. y luego morir en aquel modo.. pero quién ha hecho él lo
hacer.. siempre se lo siguió, siempre le estuvo detrás, aquel allá, el
Maddalena, aquél que, contó el cura, fue un poco de bueno. Y se la ha
perdonado, él sólo, no se la vio sucia, más bien justo ella quizás, si no
recuerdo mal, ha lavado sus pies con las lágrimas. Y éste ha bastado. Ves,
a él bastó poco para tener a vecino alguien... yo querría como un pequeno
raton. Hoy tengo que hacer mil cosas buenas y nadie equivocado para tener
a vecino alguien. No se acepta como a nadie por es, sólo valen
los pequenos ratones prepotentes que hacen siempre lo que
quieren y que no hacen nunca hablar los otros. A su no importa, porque
piensan en el propio provecho. ¡Jesús hizo los milagros, cosas
extraordinarias, tal vez como tuvo que ser bonito poder asistir! Dichosos
los topolini de entonces que pudieran ver todo en primera fila.... Eh sí,
porque él vagó entre los campos con los pobres, hasta con los que nadie
quiso, con los leprosos. Allí pienso suyo que tampoco allí un ratón habría
ido. Él estuvo con ellos, todos fueron su amigos, porque los quiso, no sé
por qué, pero los quiso tan. Sin embargo no le hicieron ningún favor.
Cuando él preguntó que comer fue probable que por miedo de los romanos le
sacudieran la puerta en cara pero él no, él dio que comer a todo,
multiplicó panes y peces para no decepcionarlos. Y ellos comieron,
bebieron y casi empezaron a querer la vida a la manera de los romanos: así
fue fácil todo, él hizo los milagros y todos los problemas fueron
solucionados. Comer a saciedad, melocotón abundante, vino derramado, bodas
felices, mar calmo y ninguna enfermedad. Pero este no fue vida, murió.
Pensar que nos quisiera como uno él para vivir bien, significó no lo haber
entendido. Y entonces, cuando la última magia no le logró, él pobre en
cruz y lo traicionaron, porque no sirvió más o quizás entendió demasiado.
Nuestro jefe ratón siempre dice que quien entiende demasiado está en
peligro. Él sustenta, visto que es apasionado de literatura, que también
ciertos Leopardos la pensó como él. Después de haber encajado las
cubiertas de los libros del cura, dijo que aquí y allá alguno vistazo la
dio, y que conoció a los adultos de la literatura y leyó sus
versos. Eres verdadero, Jesús tuvo que haber entendido algo grande,
quizás el secreto de los hombres, es por éste que lo han matado. ¿Pero por
qué fijarse con aquella última magia, aquel de la resurrección? ¿No pudo
hacer desaparecer los clavos y bajar abajo de la cruz? ¿No habría sido
mejor para todo y sobre todo por él, que habría sufrido menos? No
entiendo. En la prédica no se habló de la culpa por que lo mataron. Se
alabó sólo la última magia lograda, que asustó todo. Eh ya, porque
aquellos pobrecitos de los discípulos creyeron que su poder ya era acabado
y que por lo tanto los otros, logrando eliminarlo, demostraron que no tuvo
nada a que hacer con Dios. ¿Pero Dios por qué no me ha dado a esta
capacidad de hacer los milagros y de multiplicar las cáscaras de queso?
Habría podido, visto que el pasado mes me lo fui vista borrador… llevé en
ayunas de muchos días, encontré y roído un trozo de plástico
intercambiándolo por queso. Estaba muriendo envenenado, un amigo me ha
salvado que me ha hecho beber un mejunje hediondo. ¿Pues, he pensado, me
habría hecho Dios morir? Tal vez, de momento no he muerto y estoy aquí
a hablar demasiado sobre los evangelios.... nos he pensado esta
noche: Jesús entendió que todos los hombres son buenos. Ciertamente, es
así. Todos son buenos: la adúltera, el asesino, el ladrón, Pilatos, los
centuriones romanos.. todo sin distinción ES éste ha dado miedo a todo. Si
en efecto cada hombre es bueno, no habrá nunca nadie que querrá mandar, no
habrá un perdedor y un vencedor, no tocará a poco comer y a muchos ayunar.
Entonces visto este, todo aquellos a los que las cosas quedaron bien así,
hablo de los que estuvieron con la barriga llena y que se reputaron malos,
lo han matado. ¿Pero la última magia... que sentido tiene? Todo que
corren, nadie que lo encuentra y luego le aparece a, sólo a ella,
Maddalena, que lo quiso abrazar. Pero no, él se aleja... que sujeto
extraño. Si me hubiera logrado una magia parecida yo hubiera celebrado con
todo. Pero él no estuvo allí por ellos, sino por su futuro. Habría ido
fuera, para siempre, todo lo supieron, aunque dijo: Quedaré con vosotros
por todos los días hasta al final. Fuera el mismo fue y se lo buscaron por
años, pero no lo encontraron. Yo creo de tenerlo encontrado, dijo el
topolino de la teja de sobre. Es puesto en la sábana blanca dentro de la
sacristía, cerca del trastero. La curiosidad me tomó. Fui a ver, y lo
encontré herido, con la sangre al costado y a los agujeros, horribles
agujeros a las manos y a los pies. ¿Pero por qué decidió soportar éste?
¿Por los otros, para los hombres? Entonces he entendido la magia... este
fue su magia, la que se tiene que llamar tal para no definirla locura. Él
ha muerto así porque nadie entendió que la magia extraña de sus manos está
en las manos de todo. Él fue un brujo a los ojos de quien no creyó sino el
amor pudo ser el fundamento de la realidad. Si un hombre es incapaz de
concebir algo que cree más grande que se la llama magia y, si no entiende
algo de los otros, dice que es obra de Dios o el Diablo. Todo esto para no
esforzarse, para no mirar dentro de si. Dios ha sido más generoso con el
hombre, nosotros ratones tenemos que esperar de veras en la buena suerte
para encontrar algo que carcomer, no estamos capaz de construirnosla. Sin
embargo para no tener el ánimo de sentirse pequeño como un topolino, capaz
de carcomer poco por vez lo que la vida ofrece, el hombre ha preferido
matar, como nos mata cuando queremos vivir nuestra vida. Cuando tiene
problemas mata, elimina. Si el hombre hubiera entendido a Jesús haría hoy
sólo magias... imagináis, topolini, si la mujer de la casa aquí cercana en
lugar de reponer el queso todo en sótano diera una forma en beneficencia a
los ratones de sus tejas....!?? Sería de veras un regalo de Pascua, por
nosotros, pequeños ratones, criaturas de Dios. Sería de veras una
magia....
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