Costumbres..
Acostumbrados, como estamos, por haber crecido en una cultura pragmática y hedonista, a calcular todo y a anteponer nuestro interés a cualquier cosa, nos resulta imposible entender que quien vive como Jesús, amando intensamente a Dios en la persona concreta de los necesitados, alcanzará la felicidad en esta vida y asegurará además, la participación en la plenitud de la vida. Dicho de otra manera, los relatos pascuales nos quieren explicar que quien vive como Jesús pierde la vida, enfrenta tribulaciones y contrariedades, pero a la vez comienza a vivir una existencia llena de sentido. Jesús de Nazaret era un hombre feliz y estaba lleno de alegría porque sabía que su vida era agradable a los ojos del Padre.
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