El Cristo dormido Arturo Quirós Lépiz
Todos recordamos el pasaje de la Biblia en que Jesús dormía tranquilamente mientras el bote era azotado por una gran tormenta y los discípulos lo llamaban pues tenían miedo. Jesús por su parte seguía tranquilamente dormido.
Es fácil para nosotros decir "pero si ahí estaba Jesús! Que falta de fé!", pero lo cierto es mis amadas y amados, que no es simple caminar por la vida mientras nos azotan los problemas y las dificultades. Y el mismo Jesús que les acompañaba a ellos nos acompaña a nosotros mas sin embargo viene la prueba, vienen las deudas, llega la enfermedad y entonces empezamos a flaquear en nuestra oración, nuestra fe. Y sin darnos cuenta poco a poco nos desesperamos mientras Jesús al parecer duerme
sin darse cuenta de nuestros problemas y tormentas personales.
¿Entonces que hacer mis amadas y amados? La tormenta lejos de disminuir aumenta al punto de ser cada vez peor y mas intimidante que el minuto anterior. La respuesta no es la que deseamos escuchar tal vez, sin embargo, es la correcta. Esperar en Dios, remar fuerte y saber que pasaremos momentos difíciles, pero que con Cristo en nuestra barca no nos hundiremos.
¿Salida fácil? Todos quisiéramos una pero no es la forma en que Dios actúa y debemos enfrentar todos estos problemas y dificultades sabiendo que Jesús sabe de nuestras necesidades. La pregunta que debemos hacernos es : ¿Crees en Jesús aunque aparente estar dormido?
Su amigo y hermano Arturo
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