En la Punta De La Lengua
"Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no
puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid,
así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí" (Juan 15:4).
Un médico fue oír D. L. Moody. Aunque no haya sido su
propósito al comparecer a la reunión, abrió su corazón para
Jesus, habiendo dejado el local convertido. Cuando le
preguntaron el motivo de su cambio de vida, él contestó:
"Cuando fui a oír el Sr. Moody, mi objetivo era apenas
encontrar una ocasión para reír. Supe que él no era muy
culto y concluí que encontraría muchos fallos en sus
argumentos. Pero yo no pude alcanzar el hombre. Estaba allá,
atrás de la Biblia, y lanzaba sobre mí un texto de la Biblia
despues otro, hasta que ellos penetraron en mi corazón como
balas de un rifle. Yo le digo que el poder de Moody está en
el modo como tiene la Biblia en la punta de la lengua."
¿Qué valor hemos dado a la Palabra de Dios? ¿Con que
frecuencia a hemos leído y estudiado? ¿Hemos aplicado qué de
ella aprendemos? ¿Hemos dejado Dios hablar a través de
nosotros, por los textos de la Escritura?
Cuanto más hablamos de nosotros mismos, más posibilidades
tenemos de errar. Cuanto más creemos que somos capaces de
convencer alguien con nuestra cultura, más fácilmente
seremos alcanzados por aquéllos que apenas piensan en
"reírse" de las cosas de Dios. Cuanto más negligenciamos las
enseñanzas del Señor en la Biblia, más flacos somos, más
fácilmente somos engañados, más rápido caminamos para lejos
de la presencia de nuestro Salvador.
Cuando buscamos a Dios de todo el corazón, aprovechando todo
el tiempo disponible a oír su voz a través de Su Palabra
santa, más poder tenemos para testificar, más alegría
tenemos para compartir, más amor tenemos para ofrecer, más
conforto tenemos para los que nos buscan.
Necesitamos estar en Cristo. Es preciso que Cristo esté en
nosotros. Y con Él en nuestros corazones, ¡su Palabra
siempre estará en la punta de nuestra lengua!
Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet
|