Mi Gente Bella...
Todo comienza con agradecer... y termina agradeciendo....
Así transcurren los días de los que sentimos esa Felicidad
cotidiana y natural...que me gusta llamar...VIDA..
El agradecer se inscribe en la lógica de la gracia, y por
lo tanto en la del pedir y recibir. Por consiguiente,
aprender a agradecer supone que se ha aprendido, o
por lo menos se está aprendiendo, a recibir.
Una expresión de gratitud tiene mucha fuerza de
humanidad en quien da las gracias y en aquel quien la
recibe. .Dar es un acto propio de la dignidad de la
persona, porque sólo aquel que se posee puede darse
o dar algo realmente suyo.
Podemos hacerlo con una palabra, una idea, un afecto
o una cosa, es siempre algo menor que sí mismo. Por
eso, cuando la persona recibe las gracias, recibe algo
mejor que lo que, dió porque las gracias siempre
tienen la dignidad de la persona que agradece.
Así pues, cada "gracias" que decimos enriquece a
quien lo escucha, porque le hace recuperar mejorado,
aquello que dió..Para saber agradecer, debemos estar
lejos de toda exageración, adulación o simulación, el
verdadero agradecimiento es un amable estímulo en
la línea de la generosidad, de la eficiencia y de la
prudencia.
El agradecimiento ha de ser oportuno, sincero,
afectuoso, pero sobre todo, gratuito. No mezclar
agradecimientos con nuevas peticiones, pues muy
fácilmente van a sentir que estámos simplemente
haciendo un negocio.
Es ésta la razón por la que no hay gratutud más
hermosa que la que tenemos a Dios. Porque su
gracia nos hace agradecidos, y nuestras gracias
nos hacen gratos.
La gratitud es la virtud por la cual una persona
reconoce interior y extreriormente los regalos
recibidos y trata de corresponder en algo por
lo que recibe.
Esencialmente, la gratitud consiste de una
disposición interior, de un corazón agradecido,
pero cuando es genuino trata de alguna forma
de expresarse ya sea en palabras o en obras.
Consecuentemente, encontramos tres
elementos como es el reconocimiento de
que un regalo hemos recibido. El aprecio que
expresamos al recibirlo . Y regresar de alguna
manera y de forma gratuita y sin sentirnos
obligados por parte de la persona que nos
hizo el obsequio.
Dios los colme de infinitos regalos llenos
bendiciones cada día.
Irmelena...