Tu Espalda
es la tabla de mi único mandamiento, la arena en que se hunden mis manos saladas de deseo, la tierra que espera mis arados y que le llueve a mi semilla. El calendario de amor en el que marco mis orgasmos, la cartilla en que aprendí a leerte, mi único recuerdo en las mañanas, mi más firme asidero del presente.
Aida Elena Parraga
|