Dime qué tobillos tienes y te diré qué zapatos debes usar

Algunas porque los tienen demasiado finos y otras porque los tienen demasiado anchos, lo cierto es que son muchas las mujeres que no saben cómo disimularlos. Como siempre, la moda puede ser nuestra gran aliada. ¡Sí! Así como aplicarse correctamente el maquillaje puede ayudarnos a disimular imperfecciones y resaltar aquello que más nos gusta de nuestro rostro, la ropa y los accesorios pueden hacer lo propio con otras zonas de nuestro cuerpo. En este caso, los zapatos, que además de hacernos ver más altas y estilizadas también pueden afinar o ensanchar nuestros tobillos.

Si los tienes anchos, los zuecos pueden ser una buena opción, ya que no los rodea ni los enmarca. Pero las que, sin dudas, se llevan todos los premios son las botas de verano. Incluso puedes buscarlas cortas, que apenas pasen tus tobillos, y de boca ancha —es decir, que no te marquen esa zona-.

 

Otra buena manera de disimular un tobillo ancho es usando tacos. Al darle un poco de inclinación al pie, disimularás un poco el efecto. Eso sí, los stilettos no siempre son muy recomendables porque si quedas con el pie muy elevado, la pierna tiende naturalmente a tomar una forma más rígida, que no te favorecerá. Además, el taco fino contrasta demasiado con la pierna gruesa y genera sensación de inestabilidad a la vista, por lo que no te beneficia. En tanto, si el tacón es demasiado ancho, le sumará más volumen a la pierna y tampoco queremos eso. Entonces, un tacón intermedio es lo mejor.

Evita los zapatos muy anchos así como los súper finos. La horma media es la que mejor te sentará. Y, si bien muchas veces pueda parecer lo contrario, dile no a las sandalias con tiras o lazos en los tobillos, porque sólo estarás poniendo el foco allí.

Las ojotas (o sandalias tipo flip-flop) son casi una obligación en verano. Úsalas, ya que cuanto más abierto el zapato mejor para ti, y prefiérelas con algún detalle (lejos del tobillo, por supuesto) para que la vista se desvíe hacia allí.