Acerca de nuevo a mis labios la manzana del deseo, que yo volvere a morderla lavaremos con mil besos las heridas de la culpa y yo te diré gracias.
Un horizonte, otro mas, hasta hundirnos en el mar huyendo de la pecera nomadas de lo prohibido buscando placer en cada esquina de tu piel.
Dibujando el paraiso con la punta de la lengua con la yema de los dedos de chocolate y vainilla es el aroma el sabor de este pecado
A/D
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