Dando se recibe...
Cuando nos acercamos a un objeto, vemos sus detalles, pero
no el conjunto.
Al tomar distancia, observamos
el todo.
Así también es nuestra vida;
estamos tan preocupados con los pequeños sinsabores
e intereses que no nos damos cuenta de las
necesidades de nuestro entorno.
Reflexionemos:
¿No es cierto que, muchas veces, nos preocupamos
más por nuestro pequeño dolor que por un
acontecimiento mucho más serio, como
la muerte de un amigo?
Si miramos las necesidades de los demás,
ya no nos importarán tanto nuestros
pequeños problemas
"El Señor me ha dado
una lengua de discípulo
para que sepa sostener
con mi palabra al cansado.
Mi defensor está cerca,
¿quién me denunciará?
¡Comparezcan juntos!
¿Quién me va a acusar?
(Is 50,4.7-9).
(Carmen Seib)
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Muy buena y feliz noche de plácido descanso,
ha sido un deleite y un placer haber compartido con todos
durante este día que llega a su final.
Elevo una oración por nuestros enfermos y agradezco
al Señor por los dones recibidos.