El turno llegó para Gaspar que depositó a los pies del niño un cofre conteniendo incienso y le dijo... "Te traigo incienso porque reconozco en ti al que todos han de reconocer como a un Dios verdadero".
Y por último en acercarse fue Balthasar, que dejando un cáliz a sus pies conteniendo mirra le dijo... "Te traigo mirra por reconocer en ti al Hijo del Hombre que ha sufrir y derramar su sangre por salvar a la humanidad doliente".