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Curiosidades sobre los signos zodiacales: Los 12 signos y sus piedras
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De: 2158Fenice (Mensaje original) |
Enviado: 15/12/2009 13:42 |
EL ZODÍACO DE LAS PIEDRAS PRECIOSAS
La Esmeralda: Estimula el sano juicio, el equilibrio y previene de los excesos mentales. Aporta sinceridad y desarrolla la confianza en sí mismo. Crea armonía entre las diferentes maneras de ser y los pensamientos y sentimientos más profundos.
El Jaspe Rojo: Desarrolla las facilidades de expresión y estimula la iniciativa. Favorece la comprensión de las situaciones y previene las enajenaciones. Encarna la acción estable y continua. Crea la fe en la estrella de cada uno y la energía para obtener las metas.
El Rubí: Estimula la valentía y y la energía para superar los obstáculos que se encuentran en el camino. Desarrolla el espíritu del estudio y el cariño hacia los seres queridos. Nos protege de las debilidades. Ayuda a la transformación de las situaciones y aporta el ardor necesario.
El Granate: Desarrolla el fuego interior, concentra las pasiones, estimula la sexualidad. Protege de las pérdidas de energía. Contribuye a perseverar en los deseos para realizarlos. Representa la constancia y el dinamismo ardiente.
El Cuarzo Rosa: Aporta la curación física y mental. Estimula los sentimientos tiernos y la dulzura. Protege de las violencias. Desarrolla los dones artísticos y favorece la apertura del corazón. Representa la dulzura y la intuición.
El Zafiro: Desarrolla las intuiciones y la comprensión íntima. Favorece la meditación y crea raíces profundas que estabilizan y protegen. Rechaza los pensamientos negativos. Estimula la lealtad, la sinceridad y el compromiso duradero.
La Amatista: Desarrolla el resplandor y la armonía con el entorno. Facilita los contactos y aporta claridad de espíritu. Nos protege de las ideas negativas. Estimula la intuición y aporta equilibrio interno y determinación.
La Piedra de Luna: Desarrolla la sensibilidad y la comprensión profunda. Estimula las relaciones armoniosas y aleja los conflictos. Favorece las percepciones finas y permite multiplicar los intercambios fructuosos. Abre el espíritu hacia lo desconocido.
La Turquesa: Desarrolla la estabilidad del espíritu y aleja los odios. Estimula la toma de conciencia y las intuiciones finas. Protege de los enemigos. Permite conseguir la paz y la sabiduría.
El Citrino: Desarrolla la lucidez, calma el pensamiento y estimula la intuición. Representa un tónico general del cuerpo y del espíritu. Nos protege de la tristeza y de la depresión. Crea el entusiasmo y mejora la expresión y la comunicación.
El Topacio: Desarrolla las facultades del espíritu, el sentido de la organización y la aptitud de asimilar conocimientos. Nos protege de las incertidumbres Crea un ambiente alegre y claro y favorece la confianza en uno mismo frente a lo desconocido. Estimula la alegría de vivir.
El Ópalo: Desarrolla la vitalidad y refuerza el sistema nervioso. Estimula la sensibilidad psíquica y la clarividencia. Nos protege de las desgracias. Crea una energía dinámica y una intensidad psíquica que favorecen los éxitos más complejos de obtener.
El Diamante: Desarrolla la fuerza y la valentía. Estimula la audacia y aleja las energías negativas o destructoras. Refuerza la voluntad y permite obtener lo que se desea. Desarrolla las facultades extrasensoriales. Simboliza el amor eterno.
El Agua Marina: Desarrolla la calma y aporta cierta distancia con respecto a ciertas emociones. Aleja las angustias. Estimula un sentimiento de estabilidad y de seguridad mental. Activa la lógica ligada a la intuición. Crea la tolerancia.
El Rubí: Estimula la valentía y la energía para superar los obstáculos del camino. Desarrolla el espíritu del estudio y el cariño hacia los seres queridos. Aleja las debilidades. Ayuda a la transformación de las situaciones y aporta el ardor necesario.
El Ágata: Desarrolla la alegría de vivir y aporta suerte. Protege de los peligros y aleja las situaciones negativas. Estimula la expresión verbal y clarifica el pensamiento. Crea un equilibrio psíquico y físico. Favorece la creación.
El Ónice: Desarrolla el rigor y los sentidos de los responsabilidades. Estimula el aprendizaje y la sabiduría. Aleja las acciones inconsideradas. Crea un ambiente estable y fiable. Protege de los vagabundeos. Permite eliminar las toxinas del cuerpo y de la mente.
El Topacio: Desarrolla las facultades de la mente, el sentido de la organización y la aptitud para asimilar los conocimientos. Aleja las incertitudes. Crea un ambiente alegre y favorece la confianza en uno mismo frente a lo desconocido. Estimula la alegría de vivir.
El Jade: Desarrolla el carisma y refuerza el organismo. Asegura un poder sobre las cosas que se desean. Desarrolla el renombre y aleja los miedos. Permite alcanzar las metas de cada uno y facilita el camino del éxito. Regenera el cuerpo y el espíritu.
El Zafiro: Desarrollla las intuiciones y la comprensión íntima. Favorece la meditación y crea raíces profundas que establecen y protegen. Rechaza las ideas negras. Estimula la lealtad, la sinceridad y conduce a comprometerse de manera más duradera.
El Topacio: Desarrolla las facultades de la mente, el sentido de la organización y la aptitud para asimilar los conocimientos. Aleja las incertidumbres Crea un ambiente alegre y favorece la confianza en uno mismo frente a lo desconocido. Estimula la alegría de vivir.
La Cornalina: Desarrolla la espontaneidad, el dinamismo y la vitalidad. Estimula los sentimientos auténticos y aleja los errores de juicio. Permite integrarse bien en sociedad y expresar las elecciones afectivas con seguridad y buen propósito.
El Ónice: Desarrolla el rigor y los sentidos de los responsabilidades. Estimula el aprendizaje y la sabiduría. Aleja las acciones inconsideradas. Crea un ambiente estable y fiable. Protege de los vagabundeos. Permite eliminar las toxinas del cuerpo y de la mente.
El Topacio: Desarrolla las facultades de la mente, el sentido de la organización y la aptitud para asimilar los conocimientos. Aleja las incertidumbres Crea un ambiente alegre y favorece la confianza en uno mismo frente a lo desconocido. Estimula la alegría de vivir.
El Lapislázuli: Desarrolla el ingenio y las facultades intelectuales. Crea un sentimiento de simpatía. Aleja los malos amigos y los consejeros negativos. Estimula la autenticidad y aumenta la capacidad de decisión. Simboliza la verdad y la franqueza.
La Amatista: Desarrolla el resplandor y la armonía con el entorno. Facilita los contactos y aporta claridad de espíritu. Nos protege de las ideas negativas. Estimula la intuición y aporta equilibrio interno y determinación.
El Ópalo: Desarrolla la vitalidad y refuerza el sistema nervioso. Estimula la sensibilidad psíquica y la clarividencia. Nos protege de las desgracias. Crea una energía dinámica y una intensidad psíquica que favorecen los éxitos más complejos de obtener.
El Ónice: Desarrolla el rigor y los sentidos de los responsabilidades. Estimula el aprendizaje y la sabiduría. Aleja las acciones inconsideradas. Crea un ambiente estable y fiable. Protege de los vagabundeos. Permite eliminar las toxinas del cuerpo y de la mente.
La Calcedonia: Desarrolla la diplomacia y el arte de la conciliación. Favorece la familia y la llegada de un bebé. Aleja la infidelidad. Crea las situaciones familiares felices y unidas. Estimula la compasión y permite los intercambios profundos y duraderos.
La Esmeralda: Estimula el juicio sano y equilibrado y previene los excesos de la mente. Aporta sinceridad y desarrolla la confianza en sí mismo. Crea una armonía entre las maneras de ser y los pensamientos y sentimientos profundos.
El Jaspe: Desarrolla la confianza y la espiritualidad. Permite superarse a sí mismo. Favorece la fuerza moral y física. Aleja las dudas y los miedos. Crea una gran fuerza vital y activa las curaciones. Simboliza el espíritu de ayudar al prójimo.
La Turquesa: Desarrolla la estabilidad del espíritu y aleja los odios. Estimula la toma de conciencia y las intuiciones finas. Protege de los enemigos. Permite conseguir la paz y la sabiduría.
El Agua Marina: Desarrolla la calma y aporta cierta distancia con respecto a ciertas emociones. Aleja las angustias. Estimula un sentimiento de estabilidad y de seguridad mental. Activa la lógica ligada a la intuición. Crea la tolerancia.
La Turquesa: Desarrolla la estabilidad del espíritu y aleja los odios. Estimula la toma de conciencia y las intuiciones finas. Protege de los enemigos. Permite conseguir la paz y la sabiduría.
La Amatista: Desarrolla el resplandor y la armonía con el entorno. Facilita los contactos y aporta claridad de espíritu. Nos protege de las ideas negativas. Estimula la intuición y aporta equilibrio interno y determinación.
El Zafiro: Desarrollla las intuiciones y la comprensión íntima. Favorece la meditación y crea raíces profundas que establecen y protegen. Rechaza las ideas negras. Estimula la lealtad, la sinceridad y conduce a comprometerse de manera más duradera.
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