Carta sin ortografÍa
de Jorge Robledo Ortiz
Esta sencilla carta que no verán tus ojos ausentes y morenos, la escribo porque el alma me reclama que la deje vivir de tu recuerdo.
Porque mi sangre no aprendió a olvidarte, porque tú me acompañas en el tiempo, porque fuiste lo simple, lo callado, lo dulce, lo pequeño, ese mínimo saldo de la vida que nos deja sentirnos algo buenos...
Escribirle a la novia de la infancia, es ponerle "balaca" al pensamiento. Es ignorar la palabra ortografía que sin "s" no admite pensamiento.
Es situar en el clima de unos labios todo el rubor que encienden los cerezos. Es recordar dos ojos infantiles en donde estaba repetido el cielo.
Es volver a vivir sencillamente, es encontrarse elemental y bueno, es fechar una carta desde el alma, y de estampilla colocarle un beso.
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