ROMA. Una de las más grandes incógnitas de la historia del arte puede haberse revelado. Investigadores italianos aseguraron ayer haber encontrado los restos del pintor italiano Caravaggio, exactamente 400 años después de su muerte, "con un 85% de probabilidad".
Los restos de Michelangelo Merisi, tal su verdadero nombre, se encontraron en una fosa común en la pequeña y pintoresca ciudad de Porto Ercole, en la Toscana. Allí murió el pintor, que se encontraba circunstancialmente en la zona, mientras recorría la península tras huir de Roma por haber asesinado a uno de los hermanos Tomassini, en 1606. Y allí murió, sin que nunca se hubieran hallado sus restos.
Según los investigadores, pertenecientes a cuatro universidades italianas, los indicios muestran que Caravaggio murió de insolación, pero que sufría de neurosífilis -con efectos en la memoria y que puede causar delirios- y saturnismo, enfermedad que afectaba a muchos pintores de la época, por el plomo que utilizaban en sus pigmentos, lo que había debilitado gravemente su salud.
Nacido en Milán en 1571, Caravaggio está considerado uno de los más grandes exponentes de la pintura barroca italiana, con obras de una modernidad remarcable. Aunque trabajó durante muchos años mayormente para la Iglesia Católica, el realismo de sus figuras -para las que se inspiraba en prostitutas, chicos de la calle y mendigos- le causó problemas con sus comitentes, que rechazaron varias de sus pinturas. En el aspecto técnico, el manejo del claroscuro y la expresividad de sus figuras fueron sus legados más duraderos, si bien largamente ignorados después de su muerte.
Fue, en cambio, más recordado por su carácter irascible y su vida turbulenta, aunque en su tiempo se lo reconoció como el pintor más grande de Roma. Las circunstancias de su muerte nunca fueron muy claras, hasta que un amigo cercano puso fecha a su deceso el 18 de julio de 1610, a los 38 años.
En diciembre pasado, los investigadores italianos exhumaron una fosa común del cementerio de Porto Ercole, donde en 1956 se habían trasladado parte de los restos enterrados en el antiguo cementerio de la ciudad, pertenecientes a unas 20 personas. Entre ellos se suponía que estaban los de Caravaggio.
Las pruebas
Los restos -un fragmento de la parte frontal del cráneo, dos piezas de la mandíbula, un fémur y parte del sacro-, que ayer se exhibieron en la ciudad de Ravena, fueron sometidos a pruebas de carbono 14, que revelaron que pertenecían a un individuo que vivió entre 1522 y 1647. Otra serie de análisis evidenció que los restos óseos eran de una persona de entre 1,73 y 1,76 metros de estatura -tal la contextura que se atribuye al pintor- y que había fallecido entre los 37 y 43 años.
Posteriormente, se intentó verificar la identidad de los restos con una prueba de ADN, para lo que se recurrió al análisis de la descendencia de la hermana del pintor, Caterina Merisi, puesto que ni él ni sus hermanos varones tuvieron hijos.
La pista no resultó concluyente, y los investigadores recurrieron al análisis del ADN de personas que se apellidan Merisi o su derivado Merisio en la actualidad, en la zona de la pequeña aldea de Caravaggio, donde nació el pintor.
"Los análisis concluyeron que las personas estudiadas comparten una misma condición genética. Hemos hallado compatibilidad", dijo el profesor Giorgio Grupponi, de la Universidad de Bolonia, quien señaló que las investigaciones deben seguir en esa línea, pero se arriesgó a estimar en un 85% las probabilidades de que los restos se correspondan con los del pintor. Silvano Vincenti, responsable de la investigación, afirmó que es un cálculo conservador.
Los huesos se trasladarán durante un tiempo a la aldea de Caravaggio y luego se mostrarán públicamente por una semanas en Porto Ercole.
Agencias AP, EFE y The New York Times
UNA REVALORIZACION EN EL MOMENTO JUSTO
La súbita difusión que recibe ahora el nombre de Caravaggio coincide con la revalorización de la que su obra está siendo objeto, tras varios siglos de olvido. En Roma acaba de terminar una exitosísima exhibición de 24 de sus pinturas, en el Palacio del Quirinale. El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, ofreció 100 millones de euros por La conversión de Saulo, de una colección privada y allí exhibida, valuada entre 50 y 70 millones. En 2004, el Metropolitan Museum de Nueva York le dedicó una muestra conjunta con Leonardo Da Vinci, y en 2006, el Museo Van Gogh hizo lo propio al unir a Caravaggio con su artista central.