De hecho, entre los 25 barrios donde hubo actividades estuvieron incluidos lugares de Villa Crespo y Pompeya, que el año pasado no habían figurado.
El evento central fue un espectáculo de circo aéreo y tango en la ex cervecería Munich, que convocó a una multitud. Otros de los lugares más visitados fueron el Malba, el Centro Cultural Recoleta (donde a dos horas de la apertura ya habían pasado más de 10.000 personas) y todo el circuito de museos, iglesias y edificios con valor patrimonial del Casco Histórico, que permitía también entrar al Cabildo o acercarse hasta el Congreso. En algunas calles de San Telmo y Monserrat estuvieron tan colmadas que las angostas veredas no dieron abasto y la gente terminó caminando sobre el empedrado .
La gente entró gratis, y pudo viajar sin pagar en 78 líneas de colectivos.
En los museos también hubo actividades especiales, como talleres de pintura para los chicos, o un recital de mariachis en el Isaac Fernández Blanco. También hubo atracciones especiales, como la barbería “La Epoca”, de Caballito, que permitió que los vecinos pudieran entrar a curiosear. También abrió especialmente el museo Errazurriz, que está cerrado desde hace años.
Fue la séptima edición de la Noche de los Museos, un evento originado en Berlín que se realiza en más de 130 ciudades. Desde la primera edición porteña, que convocó a 35.000 personas, viene batiendo el récord de asistencia todos los años