El destino del Abasto estuvo históricamente ligado al del viejo Mercado Central de frutas y verduras.
A partir de su inauguración, en 1893, se estructuró un barrio de inmigrantes con conventillos, cantinas y teatros, cuya máxima celebridad fue el "Morocho del Abasto": Carlos Gardel.
Casi un siglo después, cuando el Mercado de Abasto fue clausurado y trasladado al conurbano en 1984, "una proporción de su población quedó sin trabajo y progresivamente fueron ocupando los espacios vacíos de sus alrededores, comenzando a surgir el término de casas tomadas, espacios que se sumaron a las viviendas existentes: inquilinatos, hoteles pensión, casas y edificios de departamentos".
El edificio del Mercado de Abasto permaneció cerrado hasta 1998, año en el que fue abierto bajo la forma de un shopping, (Abasto Shopping).
Durante los 14 años en que el Mercado de Abasto permaneció cerrado desde 1984 hasta 1998 se acentuó el contraste entre los grupos sociales que allí convivían: residencias de clase media, edificios de departamentos y casas dúplex, entre otros, contiguas a los conventillos de sectores populares.
Sin perder la identidad, el barrio también ganó fama de peligroso. "Las primeras mensiones al Abasto como el "Bronx porteño" son en 1991 y se referían tanto a su abandono como a su cualidad de refugio".
A fines de 1998, fué el momento en el que el edificio abandonado del Mercado Central fue reconvertido en el shopping Abasto de Buenos Aires y "en un gesto de preservación, se mantuvo la histórica fachada al mismo tiempo en que se modernizaba completamente este edificio por dentro para llegar a lo que es hoy, un shopping muy elegante y moderno, con variedad de negocios, patios de comida, etc.
Los alrededores del ex Mercado de Abasto, en los que abundaban casas en desuso u ocupadas, fueron también incorporados al proceso de reciclado, además se construyeron torres country, un hotel internacional, un hipermercado, un restaurante temático dedicado al tango y varias torres de departamentos, también, se inauguró la calle peatonal Carlos Gardel con un monumento al cantor, como una de las primeras medidas destinadas a crear un itinerario turístico-cultural dedicado al tango.
El legendario barrio, cuna del tango y principal testigo de la historia porteña, conforma uno de los sitios elegidos por turistas para respirar y conocer algo de tango. Allí se puede visitar la Peatonal que lleva su nombre y el clásico rincón tanguero, donde se eleva su monumento, además de la esquina donde "el Morocho del Abasto" comenzaba a cantar sus primeras milongas, en el ex Café O' Rondeman.
Referencias de Abasto
1. Mercado de Abasto. Corrientes 3200
En la década de 1890 se estableció en la zona una feria de carros que vendían frutas y verduras (la venta de carne estaba expresamente prohibida). En 1934 se inauguró el edificio actual; el mercado (el más grande de la ciudad) permaneció en funcionamiento hasta 1984; en 1998 reabrió como centro comercial.
2. Bar El Progreso. Anchorena 529
Es uno de los pocos lugares donde cantó Gardel (entre otras figuras del tango, como Tita Merello) que se conservan. Parte del mostrador es original de aquellos tiempos.
3. Pasaje Carlos Gardel.
Los fines de semana hay espectáculos callejeros de tango y de folklore argentino (zambas y chacareras, por ejemplo) en este pasaje peatonal.
4. Viejo Bar Chanta Cuatro – Esquina Carlos Gardel. Pasaje Carlos Gardel 3200
Donde hoy funciona un restaurante y tanguería (Esquina Carlos Gardel), se levantaba el bar Chanta Cuatro, uno de los más típicos del barrio, fundado en 1893. Era uno de los lugares donde Gardel y sus amigos se reunían para comer, cantar y trasnochar.
5. Vivienda de Luca Prodan. Gallo 492
El músico romano Luca Prodan (1953-1987) llegó a Argentina en 1981 y un año más tarde se instaló en Buenos Aires, donde fundó Sumo, una de las bandas más influyentes del rock argentino. Vivió en un departamento de esta dirección durante casi dos años. En una de las últimas canciones registradas por Sumo, “Mañana en el Abasto”, Luca canta el barrio después de 1984: “Los bares tristes, vacíos ya / por la clausura del Abasto”.
6. Pasaje Zelaya
Las paredes del pasaje están adornadas con retratos de Carlos Gardel y letras y partituras de algunos de sus tangos, como “Golondrinas” y “Melodía de arrabal”. Las pinturas son del artistas Marino Santamarina.
7. Paseo del fileteado. Jean Jaurès al 700
El filete es una forma decorativa de la pintura, desarrollada en Buenos Aires al mismo tiempo que el primer tango: a fines del novecientos. Derivado de distintos estilos europeos (de Francia, Alemania y principalmente de Italia), el fileteado se usó primero para decorar los carros tirados a caballo y más adelante los colectivos.
8. Museo Casa Carlos Gardel. Jean Jaurès 735
En 1926, Carlos Gardel compró esta casa para habitarla junto con su madre Berta. El cantor viviría aquí desde 1927 hasta 1933, año en que viajó a París. El museo que le está dedicado abrió en 2003.
Gardel nació en Toulouse, Francia, en 1890. Dos años más tarde viajó a Buenos Aires con su madre, Berthe Gardes. Se crió en esta zona, lo que le valió uno de sus sobrenombres: el Morocho del Abasto. En la década de 1910 comenzó a cantar canciones camperas y milongas; años después sería el pionero del tango cantado. Es, seguramente, el artista más popular que dio el país, tanto local como internacionalmente. Murió en un accidente de aviación en Medellín, Colombia, en 1935.
9. Casa natal de Aníbal Troilo. Cabrera entre Anchorena y Agüero
El bandoneonista nació aquí en 1914. Músico precoz, Pichuco debutó tocando a los 12 años en un cine de barrio, a una cuadra de esta casa. Troilo fue uno de los tangueros más influyentes, tanto por su forma de tocar el bandoneón como por sus composiciones. Escribió la música de 60 tangos; la mayoría hoy son clásicos.